Tal día como hoy del año 1985, hace 33 años, moría en Barcelona el poeta, dramaturgo y novelista Salvador Espriu i Castelló, una de las figuras cimeras de la literatura catalana contemporánea y uno de los símbolos de las reivindicaciones nacionales de Catalunya durante la etapa de la dictadura franquista, que le valdrían el apelativo de "el poeta del pueblo". Espriu, nacido en Santa Coloma de Farners (La Selva) en 1913, estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universitat de Barcelona. Pero su inclinación hacia el mundo de la literatura marcaría su destino hasta convertirlo en uno de los escritores más prolíficos y en uno de los grandes renuevos y modernizadores de la literatura catalana del siglo XX. Sería, también, uno de los fundadores de la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana(1977).

Uno de los rasgos más destacados de la personalidad de Espriu sería la fidelidad. A la familia, a los amigos y, especialmente, al país en la etapa más tenebrosa de la historia contemporánea de Catalunya. Él mismo dejaría escrito que cuando vio entrar a las tropas franquistas en Barcelona (26 de enero de 1939) vio la muerte de Catalunya. El conjunto de su obra es un reflejo de su compromiso personal con la lengua y con la cultura catalanas, en una época en que muchos autores catalanes, por una cuestión de subsistencia, se pasaban al castellano. Y a pesar de los trabajos que tuvo que ejercer, que él mismo definiría como "los años más duros y amargos de mi vida", y la persecución que impuso el régimen dictatorial franquista a la lengua y a la cultura catalanas, siguió escribiendo en catalán, a pesar de saber que eso le haría "imposible recibir ningún tipo de reconocimiento".

El año 1963, en plena efervescencia de la lucha antifranquista, le llegó inesperadamente la popularidad. Su obra fue difundida a través del cantautor Raimon, que musicó su producción poética; y del director teatral Ricard Salvat, fundador de la mítica compañía Adrià Gual, que pondría en escena su producción teatral. La obra de Espriu sería considerada la voz del pueblo y su autor el "poeta del pueblo". Reconocido internacionalmente, a pesar de las presiones del régimen franquista, desde 1969 sería propuesto en varias ocasiones para el Premio Nobel de Literatura. Al morir, a los 71 años, fue enterrado en Arenys de Mar (Maresme), población originaria de su familia y lugar que había glosado sobradamente en su obra con el nombre, ocurrido mítico, de Sinera.