Tal día como hoy del año 1642, hace 479 años, en París, moría Armand Jean du Plessis, más conocido como el cardenal Richelieu, ministro plenipotenciario de la monarquía francesa durante los últimos años del reinado de Luis XIII y los primeros de Luis XIV. Richelieu vivió en primera persona la crisis entre el Govern de Catalunya y la monarquía hispánica (1627-1640), que conduciría a la Revolución de los Segadores (1640) y a la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59). Al inicio del conflicto bélico, Richelieu promovió una alianza entre Catalunya y Francia, y recomendó a los dirigentes catalanes constituir una República catalana.

Richelieu, nacido en París en 1585 en una familia de la aristocracia católica francesa, hizo la carrera eclesiástica y política de forma simultánea. Su extraordinaria capacidad intelectual y sus innatas dotes políticas lo propulsaron a las más altas instancias del poder de su época. A los treinta y siete años (1622) alcanzaba la dignidad cardenalicia y era nombrado ministro plenipotenciario de la monarquía francesa. Durante su gobierno (1622-1642), la cancillería de París puso las bases para convertir la monarquía francesa en la primera potencia europea (el año 1659, con la firma del Tratado de los Pirineos, relevaría la monarquía hispánica en el liderazgo continental).

Durante la crisis catalana jugó un papel de primer orden. Su estrategia consistía en erosionar el poder hispánico, y pactó con Pau Claris, president de la Generalitat, un tratado de ayuda militar a Catalunya. El propósito de Richelieu era consolidar una Catalunya independiente, que se gobernaría en forma de república, que sería un tapón entre las monarquías francesa e hispánica, y a la vez, una firme aliada de París dentro de la península Ibérica. No obstante, la agresiva respuesta hispánica alteró sus planes iniciales, y finalmente impondría a los catalanes la creación de un principado independiente que compartiría la figura del soberano con la monarquía francesa.