Tal día como hoy del año 1982, hace 36 años, a las siete y cuarto de la noche, la presa del embalse de Tous (País Valencià) se derrumbaba y, en el transcurso de las horas siguientes, el caudal de agua ―que sería denominado "pantanada"― inundaría y arrasaría un área de casi 300 kilómetros cuadrados (el equivalente al triple de la superficie de la ciudad de Barcelona), a los dos márgenes del río Júcar entre las localidades de Tous (Ribera Alta) y Cullera (Ribera Baixa). Aquella violenta avenida de agua destruiría totalmente dos pueblos, afectaría gravemente a treinta pueblos y se saldaría con el balance de cuarenta muertos y más de a trescientas mil personas que quedarían sin vivienda durante semanas.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, la rotura de la presa provocó una riada de 16.000 m3/seg, 320 veces su afluencia media y el equivalente al caudal del río Misisipi, que afectó especialmente a los municipios de Gavarda y Beneixida (que desaparecerían para siempre) y los de Tous, Sumacàrcer, Alberic, Carcaixent, Alzira y Algemesí, que quedarían gravemente dañados. En cambio, cerca de la desembocadura y donde el río llevaba el máximo caudal, paradójicamente, los daños fueron menores, porque los alcaldes de Sueca (Alfred Guillem) y de València (Ricard Pérez) ordenaron abrir las gargantas de la Albufera para desaguar la riada hacia al mar.

Reabanica la toma|presa de Tous. Fotografía casas prefabricadas para acoger a los damnificados. Fuente Aguas de Valčncia

Casas prefabricadas para acoger a los damnificados / Fuente: Aigües de València

La investigación posterior revelaría que la rotura de la presa fue el producto de una cadena de errores y deficiencias. Según el Instituto Nacional de Meteorología, durante las horas previas a la catástrofe se produjeron lluvias torrenciales en la cabecera del pantano que dieron registros de 700 litros/m2 en 24 horas, a causa del fenómeno meteorológico conocido como gota fría. A primera hora del día la presa ya rebosaba. Pero no se dio la orden de aliviar la presión hasta bien avanzada la jornada. Y cuando se quisieron abrir las compuertas el sistema eléctrico falló a causa de la tormenta. Pocas horas después la presa, construida con un sistema obsoleto, acabaría cediendo.