Tal día como hoy del año 1965, hace 56 años, el régimen dictatorial del general Franco ordenaba la expulsión del territorio español de Aureli Maria Escarré, abad del monasterio de Montserrat desde 1946. Aquella orden de expulsión era la culminación de una crisis que se había iniciado el 14 de noviembre de 1963, cuando el diario francés Le Monde había publicado unas declaraciones donde el abad Escarré denunciaba que España no obedecía los principios básicos del cristianismo. Después del cardenal Vidal i Barraquer (muerto en el exilio en 1943), era el primer jerarca de la Iglesia catalana que se manifestaba públicamente contra el régimen franquista.

En aquella entrevista, el abad Escarré denunció que el régimen dictatorial franquista era la antítesis de la justicia social, de la democracia y de la libertad; y que perseguía ferozmente la cultura y la identidad catalanas. El abad Escarré reivindicaba elecciones democráticas, libertad de prensa y restauración del uso público del catalán. La publicación de aquella entrevista provocó un cambio significativo del pensamiento de los católicos catalanes; que, a partir del hecho, impulsaron una corriente de opinión a favor de un futuro democrático para Catalunya y para España, y de un cambio en el papel que había tenido la Iglesia desde la conclusión de la Guerra Civil española (1939).

El entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, reaccionó airadamente ordenando la clausura de Òmnium Cultural; y un grupo de paramilitares falangistas asaltaron el Casal Montserrat de Barcelona. Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando de Castiella Maíz, presionó el Vaticano para que el abad de Montserrat fuera trasladado fuera del estado español. Finalmente, Escarré, conminado por altas instancias vaticanas, se marchó de Catalunya en dirección a Italia y, unos meses más tarde (1966), el Gobierno lo obligó a renunciar a su cargo de abad. Vivió exiliado hasta que, pocas semanas antes de su muerte (1968), le permitieron volver a Catalunya.