Tal día como hoy del año 1952, hace 67 años, se consumaba la orden firmada el día anterior por el general Franco ―jefe del estado español― de ejecución de cinco miembros del grupo de guerrilleros anarquistas "Talión" de la resistencia antifranquista maqui. Según la prensa de la época (La Vanguardia Española, edición del 15/03/1952), fueron ejecutados Pere Adrover Font (de 41 años); José Pérez Pedrero, alias Tragapanes (de 23 años); Santiago Amir Gruañas, alias Sheriff (de 37 años); Genís Urrea Pena (de 55 años) y el líder del grupo Jordi Pons Arcillara (de 37 años). Los cinco miembros de "Talión" habían sido detenidos a finales de 1949, acusados de la comisión de seis asesinatos y de varios atracos en bancos y empresas (principalmente del gremio de la construcción) y condenados ―por un tribunal militar― a morir fusilados.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades franquistas y de la prensa cautiva del régimen, que los presentó como una banda organizada de gángsteres, el procedimiento judicial y la pena impuesta revelan, claramente, que fueron juzgados y condenados como disidentes políticos del régimen franquista (los delincuentes comunes eran juzgados por tribunales civiles y, si el tribunal decidía la pena capital, ejecutados por el método del garrote vil). El grupo "Talión" era parte de un entramado clandestino de resistencia armada, conocido como maquis, que en Catalunya estaba formado por los guerrilleros de las Juventudes Libertarias (anarquistas), el Frente Nacional de Catalunya (integrado por miembros de Estat Català) y por la Agrupación Guerrillera de Catalunya (creado por el PSUC) y que actuaban, principalmente, en las comarcas pirenaicas y en el área metropolitana de Barcelona.

Según las fuentes documentales, entre 1939 (ocupación franquista de Catalunya) y 1952, en la explanada del Campo de la Bota (situada en el frente marítimo entre Barcelona y Sant Adrià del Besòs), el régimen franquista ejecutó a 1.734 personas. Durante aquella siniestra etapa, aquel lugar era un paraje marginal poblado únicamente por un barrio de barracas que rodeaban un castillo militar, que hacía las funciones de polvorín y de "paredón". Y mientras el régimen franquista fusilaba a los mal llamados "gángsteres" maquis, la justicia francesa hacía lo mismo con los colaboradores con la ocupación nazi alemana (1940-1945). El corresponsal de Radio Nacional de España en París, Ismael Herraiz, se mostraba contrariado por la aplicación, en tiempo de paz, de la pena capital a los colaboracionistas Abel Danaud y Raymond Monnard y los presentaba como unos abnegados patriotas franceses.