Tal día como hoy del año 1336, hace 682 años, Pedro III Barcelona y IV de Aragón, con dieciséis años, alcanzaba el trono catalano-aragonés y se convertía en el soberano del estado más poderoso del sur de Europa. Con el conde-rey Pedro, que aportaba la herencia territorial de su madre Teresa de Entenza y de Antillón, el condado independiente de Urgell —uno de los motores de la formación nacional catalana— quedaba definitivamente integrado en el Principat de Catalunya. A partir de Pedro III, conocido como el Ceremonioso y que firmaba como Pere Terç, la secular dignidad condal de Urgell —que remontaba en el año 785— siempre recaería en un miembro de la familia condal barcelonesa, hasta que Fernando I —el primer Trastámara— (1413) la liquidó definitivamente.

Pero Pedro III pasaría a la historia como el soberano que gobernó la corona catalano-aragonesa en el punto culminante de su plenitud demográfica, económica, política y territorial. Su reinado, sin embargo, estaría marcado por grandes conflictos internos. Tuvo que combatir con las armas las rebeliones de las élites oligárquicas aragonesas y valencianas, que pretendían reconducir sus respectivos modelos políticos señoriales —de autoridad real— hacia un sistema pactista de raíz feudal similar al que tenía el Principat desde el inicio de su historia. Aquellos conflictos se resolverían a favor de Pedro III, que contó con el apoyo militar de la aristocracia catalana, pero los fundamentos políticos de la Corona catalanoaragonesa quedarían gravemente dañados.

Coronan a Pere el Cerimoniós, el soberano de la plenitut catalanoaragonesa. Cronología de la muralla barcelonesa. Fuente Blog Bcngotica

Cronología de la muralla barcelonesa / Fuente: Blog Bcngotica

Durante su reinado se reforzaron y ampliaron las murallas de casi todas las grandes ciudades de la Corona catalanoaragonesa. El fuerte crecimiento demográfico, sobre todo en el Principat y en el reino de València, había dejado fuera del perímetro defensivo barrios enteros surgidos en extramuros. Con Pedro III, la muralla de Barcelona, que delimitaba la ciudad a poniente por las Ramblas, ganaría el espacio que actualmente corresponde a los barrios del Raval, de Sant Antoni y de Drassanes. También la muralla de València, que ganaría el espacio que actualmente corresponde a los barrios del Carme, del Pilar de Sant Francesc y de la Xerea, sería construida durante el reinado de Pedro III. Y las murallas de Cervera, de Montblanc o de Poblet —por ejemplo—, tomarían su forma definitiva durante aquella etapa histórica.