Tal día como hoy del año 1641, hace 379 años, Pau Claris ―president de la Generalitat― dejaba en suspenso la República catalana proclamada el 17 de enero. Aquella suspensión obedecía a las especiales circunstancias del momento: la tenaza hispano-francesa sobre las instituciones de Catalunya. El Ejército de Catalunya no había podido parar a las tropas hispánicas que habían iniciado la ocupación del Principat cinco meses antes. El marqués Los Vélez había convertido el camino entre el Ebro y Barcelona en una brutal masacre contra la población civil. Sólo en Cambrils había ordenado ejecutar a más de la mitad de la población de la villa.

Por otra parte, el cardenal Richelieu ―ministro plenipotenciario de la monarquía francesa― e impulsor del Pacto de Ceret (7 de septiembre de 1640) que confirmaba “admètrela de baix de sa protecció [referido a Catalunya] ab  (...) son govern forma de república ab los pactes y condicions que entre la província y a sa magestat christianíssima [referido a Luis XIII de França] se ajustaran”, imponía unas nuevas condiciones, que obligarían a Claris y los brazos estamentales (el equivalente al Parlamento) a dejar la República en suspenso. Aquella suspensión se producía mientras las tropas hispánicas de Los Vélez acampaban en Sants y se disponían a asediar Barcelona.

El Dietario de la Generalitat ―anotación del día 23― relata que: “Y avuy aquesta província y ciutat, estant tant exaustas que·s impossible poder sustentar larch temps los gastos de la guerra, que tenim ja a las portas d’esta ciutat, y està ella y tota la província en notable perill de perdre’s, sinó és ab un gran y prompte socorro de cavalleria y infanteria pagada, lo qual no podem esperar sino de sa magestat christianíssima [referido a Luis XIII] y segons las notícias tenim no se exposarà a tant gran gasto ab la promptitut y fervor que la necessitat demana sinó és que la província se posse a la obediència com ja en temps de Carlo Magno ho feren nostres antepassats”.