Tal día como hoy del año 2004, hace 14 años, las nuevas tecnologías —por primera vez en la historia de Catalunya y del Estado español— tomaban el protagonismo en la convocatoria de una movilización ciudadana. Aquella movilización se producía en un contexto de profunda indignación social provocada por los atentados terroristas del 11-M (dos días antes) en la estación ferroviaria de Atocha, en Madrid, que causaron 191 víctimas mortales y más de 2.000 heridos. El detonante de aquellas movilizaciones sería, sin embargo, la desconfianza social que generaba la versión del gobierno español —del Partido Popular— en relación a la autoría de los hechos, que contrastaba claramente con las informaciones que difundían los principales canales de comunicación europeos.

Desde los momentos inmediatamente posteriores a los atentados el gobierno español, por boca del presidente del ejecutivo José María Aznar y del ministro de Interior Ángel Acebes, atribuyó la autoría a la organización terrorista ETA. Pero en cambio, tanto la información exterior como las pruebas que progresivamente aparecían en el escenario de los atentados apuntaba la autoría, claramente, hacia la organización terrorista Al Qaeda. El 13 de marzo, dos días después de los atentados y víspera de unas elecciones generales, el gobierno español todavía mantenía su versión inicial. Y sobre la opinión pública cernía la sombra de sospecha de ocultación de información que podía relacionar la implicación del gobierno español con la guerra de Irak, con una acción de castigo del terrorismo islámico.

A partir de primera hora del 13 de marzo empezó a circular una convocatoria que, por primera vez, se transmitía a través de la aplicación de mensajería de los teléfonos móviles y de los ordenadores; encabezado con el titular "Pásalo". En aquel mensaje se convocaba a la ciudadanía a manifestarse espontáneamente delante de las sedes del Partido Popular para exigir al gobierno español una versión verídica del resultado de las investigaciones. A mediodía el mensaje había llegado a millones de pantallas. Y a partir de las seis de la tarde, en las principales ciudades de Catalunya y del Estado español, se producían concentraciones delante las sedes del Partido Popular, formadas por personas que habían sido convocadas a través del mensaje telefónico o del correo electrónico "Pásalo".