Tal día como hoy del año 1705, hace 313 años, la reina Ana de Inglaterra nombraba formalmente a Mitford Crowe —un comerciante de aguardientes originario de Southampton que anteriormente había residido en Barcelona— comisionado del gobierno inglés ante las instituciones catalanas (Generalitat i Consell de Cent) para negociar las condiciones de la alianza militar y económica anglo-catalana. Aquella alianza se materializaría tres meses y medio más tarde con la firma del pacto de Génova (20 de junio de 1705), también denominada tratado de Génova, entre Mitford Crowe, en nombre del gobierno de Inglaterra, y el diplomático y abogado Domènec Perera y el político y escritor Antoni de Peguera, que previamente habían sido comisionados en el acuerdo institucional conocido como pacto de los Vigatanos (17 de mayo de 1705), en nombre de las instituciones de gobierno de Catalunya.

Nombran Mitford Crowe, que tendría que negociar la alianza anti borbónica anglo catalana. Mapa de Catalunya (1690). Fuente Bibliothèque Nationale de France (1)

Mapa de Catalunya (1690). Fuente: Bibliothèque Nationale de France

Mitford Crowe (1669-1719) era hijo de una familia de propietarios agrarios acomodados del condado de Northumberland (en el nordeste de Inglaterra, tocando a la frontera con Escocia), pero desde muy joven había tenido actividades relacionadas con el comercio; primero, en la colonia inglesa de Barbados (en las Pequeñas Antillas centroamericanas), como aprendiz de un comerciante que exportaba azúcar en la metrópoli; posteriormente, por su cuenta, en Catalunya, como exportador de aguardientes en Inglaterra y en las colonias inglesas de América. Durante su primera estancia en Catalunya (última década de la centuria de 1600) había tejido importantes relaciones comerciales y personales con los miembros más destacados de las élites mercantiles de Barcelona. En 1701 sería elegido miembro de la cámara de los Comunes por el partido Whig (liberales) y retornaría, temporalmente, a Inglaterra.

El propósito del gobierno Whig inglés, en el que Mitford Crowe representaba Génova, era conseguir que los catalanes se sumaran a la Gran Alianza antiborbónica de La Haya (1701) entre los gobiernos de Inglaterra, Austria y los Países Bajos contra el eje París-Madrid que se había materializado con el acceso de Felipe de Borbón, nieto de Luis XIV de Francia, al trono hispánico (1700). Los diversos intentos aliados por conseguir la adhesión catalana (1701-1705) a la Gran Alianza siempre habían chocado con el clima de persecución policial y judicial que había impuesto al virrey hispánico Fernández de Velasco, o con la indecisión de los miembros dirigentes de las instituciones catalanas, atemorizados por la durísima represión borbónica. Crowe, que había actuado secretamente con el nombre en clave de pájaro, acabaría culminando la misión en Génova.