Tal día como hoy del año 1936, hace 83 años, a Josep Maria Espanya i Sirat, conseller de Governació (del gobierno restaurado el 26 de mayo anterior), comunicaba que se había nombrado oficialmente a Frederic Escofet i Alsina, comisario general de Ordre Públic. La oficialización de este nombramiento (Escofet ejercía el cargo de facto desde el 4 de junio anterior) ponía de manifiesto el acercamiento de posturas entre los gobiernos de Catalunya y de la República española. Inicialmente, Casellas, delegado de la República en Catalunya y Aranguren, general de la Guardia Civil en Catalunya, se habían opuesto al hecho de que la Generalitat coordinara, conjuntamente, los Mossos y los cuerpos policiales estatales.

Escofet había empezado su carrera en los Mossos d'Esquadra el año 1929. Anteriormente había sido oficial del ejército español (teniente de caballería), pero había abandonado la carrera militar decepcionado por la asociación entre Alfonso XIII y el régimen dictatorial de Primo de Rivera (1923-1930). En 1931, con la proclamación de la República se había puesto a las órdenes del presidente Macià. Y el año 1934, durante los Fets del Sis d'Octubre (la proclamación del Estat Català dentro de la República Federal Española), se había mantenido fiel al gobierno de la Generalitat. Sería detenido, encarcelado y condenado a 30 años de reclusión por un tribunal militar, acusado de los delitos de rebelión y sedición

Después de las elecciones generales de 1936 sería indultado y recuperaría su cargo. Con el nombramiento oficial se convertía en la máxima autoridad policial de Catalunya. Según la nota de prensa publicada por La Vanguardia (27/06/1936) el conseller España proclamó: “La Generalidad ha tenido en cuenta las dotes que debe reunir la persona que ocupe este cargo (...) ecuanimidad, moral escogida, reflexión y educación disciplinada (...) .El Gobierno de la Generalidad quiere ennoblecer y dignificar las funciones de Policía, que no deben ser represivas, sino únicamente el brazo de la autoridad, para dar cumplimiento a los preceptos legales”.

Pocas semanas después, durante la rebelión militar del 19 de julio de 1936, su actuación (la coordinación de todos los cuerpos policiales en Catalunya) resultaría decisiva para neutralizar el intento de golpe de estado militar.