Tal día como hoy del año 1888, hace 134 años, nacía en Tarazona (Aragón), Francisca Marqués López, llamada familiarmente Paca y, posteriormente, conocida con el nombre artístico de Raquel Meller. Su carrera artística, como cantante y actriz, se forjó en Barcelona y alcanzó su plenitud en París. Durante la primera década del siglo XX y en los años veinte y treinta, fue la actriz española de más proyección internacional: internacionalizó y prestigió la copla (hasta entonces considerada un género musical propio de tabernas) y rodó varias películas.
Meller había nacido en una familia aragonesa de condición humilde y de tradición artesana que emigró a Barcelona a principios del siglo XX. Los Marqués-López se establecieron en el Poble Sec y allí Paca dio sus primeros pasos artísticos. De la mano de la cantante Marta Oliver, que la apadrinó artísticamente, en 1908 debutó en el salón La Gran Peña, situado en el barrio del Raval. Y en 1911 lo hizo en el Teatre Arnau, en la avenida del Paral·lel. En esta época iniciática, Meller interpretaba "La violetera" y "El relicario", y fue la cantante más popular y más apreciada del Paral·lel.
El año 1922 debutó en el Teatro Olympia de París y poco después hizo una exitosa gira por Sudamérica que la llevó a Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile. Y el año 1926 se consagraba, definitivamente, como una estrella mundial después de una gira por los Estados Unidos que la llevó a los principales coliseos del país (Nueva York, Filadelfia, Chicago, Boston, Los Ángeles). Fue durante esta época que sería portada de la revista Time (26/04/1926) y que negociaría (y no aceptaría) un papel protagonista en una película que dirigiría y produciría Charles Chaplin.
Durante la Guerra Civil (1936-1939), residió en París y en Buenos Aires, y a la conclusión del conflicto retornó a Barcelona. Pero nunca disfrutó de la simpatía de las autoridades del nuevo régimen franquista y su carrera artística se fue apagando poco a poco. La suya, en otra época, popular figura fue progresivamente olvidada por el público, pero, a pesar de todo, vivió en una posición económica cómoda y en compañía de sus dos hijos adoptivos. Murió en Barcelona el 26 de julio de 1962, a la edad de 74 años y a causa de una afección coronaria. Fue enterrada en el cementerio de Montjuïc.