Tal día como hoy del año 1969, hace 53 años, en Praga (República Checa), moría el general Juan Modesto Guilloto León (Puerto de Santa Maria, Andalucía, 1906), conocido popularmente como "Modesto", que había sido el máximo mando del ejército republicano en la Batalla del Ebro (25 de julio de 1938 – 16 de noviembre de 1938); el enfrentamiento más largo y mortífero de la Guerra Civil Española (1936-1939). Según el historiador e investigador hispanista Thomas Hugues; al inicio de aquella batalla Modesto sorprendió a todo el mundo con un ataque muy bien planificado que puso a los republicanos en ventaja. Pero la incomparecencia de la aviación republicana condenó al Ejército de la República a la derrota.

Según el mismo Hugues; Modesto era un gran estratega que había recibido una larga formación en la Unión Soviética durante los años precedentes al estallido del conflicto civil español. Pero también era un hombre con largas sombras que, en aquella batalla, oscurecerían su prestigio. Cuando recibió las primeras "levas del biberón" —reclutadas, oficialmente, para tareas auxiliares—, no tuvo ninguna consideración en situarlas a primera línea del frente. Aquellos jóvenes soldados (la mayoría todavía no había cumplido los 18 años) no habían recibido ningún tipo de formación militar, más allá de una instrucción de una semana con palos y piedras en la retaguardia republicana; y fueron masacrados por las unidades magrebíes del ejército de Franco.

Allí donde, también, el prestigio de Modesto quedó en entredicho, fue en la retirada de la Batalla del Ebro (noviembre, 1938). Los millares de soldados republicanos atrapados entre la sierra de Pàndols i Cavalls y el ojal de Mora (el vado mayor del Ebro), no dispusieron de medios para atravesar el río más allá de algunas barcas y laúdes particulares confiscados. Muchos soldados que no sabían nadar, formaban cadenas humanas, pero cuando la corriente del río las rompía, la mayoría morían ahogados. Aquella caótica retirada condicionaría, de forma definitiva, la moral de los supervivientes; que ya no presentarían resistencia y acabarían atravesando la frontera hispanofrancesa hacia el exilio durante los meses de diciembre de 1938 y enero de 1939.