Tal día como hoy del año 1253, hace 767 años, moría en Nápoles (en aquel momento capital del reino meridional italiano de los Hohenstaufen, aliados políticos de los Berenguer-Aragón) Berenguer de Castellbisbal, primer obispo de la restaurada diócesis de Valencia después de la conquista de Jaime I (1238). Berenguer de Castellvell, nombrado por Guillem de Montgrí ―arzobispo de Tarragona y amigo personal de Jaime I―, no podría nunca tomar posesión de la sede diocesana valenciana, a causa de un pleito que interpuso Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo de Toledo ante los tribunales pontificios.

Aquel pleito estaba originado por la disputa entre las archidiócesis cardenalicias de Tarragona (corona catalanoaragonesa) y de Toledo (corona castellanoleonesa) por la primacía de la Iglesia peninsular. Las sedes cardenalicias de Tarragona y de Toledo ―que remontaban su existencia en la época romana― se disputaban la administración eclesiástica de los nuevos territorios peninsulares que, progresivamente, eran incorporados a los dominios cristianos. Aquel conflicto era, también, una cara más de la lucha entre las coronas catalanoaragonesa y castellanoleonesa por el liderazgo político y militar de la península Ibérica.

El arzobispo Ximénez de Rada aspiraba a extender el arzobispado de Toledo sobre la mitad sur del nuevo reino de Valencia, reclamando los viejos límites provinciales romanos y visigodos que limitaban Toledo y Tarragona sobre la línea del río Túria. Berenguer de Castellvell moriría sin haber tomado posesión del cargo. Pero antes, en 1248, el pontificado fallaría que la restaurada diócesis valenciana pasaría a formar parte de la archidiócesis de Tarragona. Cuando se desencalló el conflicto, Berenguer de Castellvell había sido destinado a misiones diplomáticas en Nápoles.

En aquel nuevo escenario se nombró primer obispo consagrado de la diócesis valenciana a Andreu d'Albalat, hermano de Pere d'Albalat, arzobispo de Tarragona. Los Albalat eran una rama menor de los condes de Urgell y durante el largo gobierno de Andreu (1248-1276), se promovió la emigración de familias campesinas del valle del Segre en la repoblación de la Horta de Valencia. 244 años después ―el 9 de julio de 1492―, la sede valenciana fue elevada a archidiócesis, y su primer arzobispo sería Roderic de Borgia, que 33 días más tarde sería elegido pontífice de Roma como Alejandro VI.