Tal día como hoy del año 1897, hace 125 años, en Barcelona, moría Elies Rogent i Amat, que había sido uno de los arquitectos y urbanistas más destacados de la Catalunya del siglo XIX. El año 1888 recibió el encargo del alcalde Rius i Taulet para dirigir las obras de la Exposición Universal de Barcelona, que culminó con un tiempo récord. Pero con anterioridad ya había redactado y dirigido proyectos de gran envergadura: en 1862 había asumido la dirección de las obras de restauración del monasterio de Ripoll (destruido en 1835, durante la I Guerra Carlista, por los Tiradores de Isabel II); en 1863, las de la nueva construcción del edificio histórico de la Universidad de Barcelona, en la Gran Vía; y en 1865, también, las de la restauración de la iglesia de Santa Maria del Mar, en el barrio del Born de Barcelona.

Estos no habían sido los únicos proyectos que había dirigido Rogent. Además, había dirigido las obras de diversos edificios de Barcelona. Las más destacadas habían sido la urbanización y construcción del pasaje del Rellotge (calle Escudellers) y del pasaje de la Banca (Ramblas); y la construcción de las casas Evarist Arnús (paseo de Gracia); Joan Almirall (calle Pelai); Miquel Albà (ronda de Sant Pere); Felip Bertran (calle Pau Claris); el Museo de Cera (pasaje del Rellotge) o el Seminario Conciliar (calle Diputación). También trabajó fuera de Barcelona, y adquirió notoriedad como arquitecto de los edificios de la Prisión de Mataró (calle de la Riera) o de la antigua Casa Consistorial de Sant Cugat (plaza de Barcelona).

Rogent había nacido en Barcelona el año 1821, y se había formado en la Escola d’Arquitectura de la Casa de Llotja (cuando, en Catalunya, los estudios superiores todavía estaban centralizados en Cervera). Posteriormente fue profesor y el primer director de la Escola Provincial d’Arquitectura de Barcelona (actualmente ETSAB, que depende de la Universidad Politécnica de Catalunya). Fue profesor de la mayoría de los arquitectos catalanes de finales del siglo XIX y principios del XX, como Domènech i Montaner y Antoni Gaudí. En relación con el arquitecto de Reus y futuro director de las obras de la Sagrada Familia, algunas fuentes afirman que después de puntuar su examen final de licenciatura reflexionó en voz alta y dijo: "He aprobado a un loco o a un genio".