Tal día como hoy del año 1462, hace 559 años, en Barcelona, y en el contexto del conflicto urbano de la Biga y la Busca, se producía un tumulto organizado y generalizado conocido como el complot de San Matías, promovido por las clases menestrales (los artesanos y los pequeños comerciantes) contra las clases oligárquicas (los grandes propietarios rentistas y la nobleza terrateniente). Según las fuentes documentales, aquel tumulto empezó delante del Palacio Real (en la plaza del Reu) y, rápidamente, se extendió por toda la ciudad.

La Biga y la Busca era un conflicto político y social que se remontaba al año 1425. Las grandes crisis provocadas por la peste negra (1348-1351) y los pogromos contra las comunidades judías (1391) habían partido el régimen feudal: la institución de la corona pretendía reforzar su autoridad erosionando el poder de los estamentos nobiliario y eclesiástico; y las clases populares, motor de la recuperación económica y demográfica del país, aspiraban a cuotas más equitativas de representatividad en las instituciones de gobierno.

En aquel paisaje, la corona, las clases populares urbanas y los campesinos de remensa habían creado un frente común contra las oligarquías urbanas y la nobleza terrateniente rural. El llamado complot de San Matías estalló cuando se filtró que la reina Juana Enríquez (la representante de la corona en la ciudad por la ausencia del rey Juan II) abandonaba Barcelona (a causa de la hostilidad de las clases oligárquicas de la ciudad) para fijar, temporalmente, su residencia en Girona.

La reacción del partido oligárquico fue brutal. Aprovechando que la reina se había marchado de la ciudad, desplegaron una terrible represión que se saldó con varias muertes. En pocas horas, las huestes particulares de los oligarcas detuvieron y encarcelaron a los líderes del partido menestral Francesc Pallarès (consejero segundo de la ciudad) y Pere Destorrent. Pasados unos días fueron ejecutados junto con otros líderes menestrales encarcelados previamente: Bernat Turró, Martí Solzina y Joan Mitjavila.