Tal día como hoy del año 1947, hace 71 años, en el contexto de los actos de entronización de la Virgen de Montserrat —en el monasterio de Montserrat—, se producía la primera gran manifestación catalanista desde el final de la Guerra Civil española (1936-1939) y la imposición del régimen dictatorial franquista. En aquel acto participaron entre 70.000 y 100.000 personas que habían sido convocadas por la Comisión Abat Oliba y su red de delegaciones comarcales y locales, encargada del proyecto de construcción de un nuevo trono para la Virgen de Montserrat y de la organización de los preparativos y de la ambientación de la jornada culminante.

Aunque la Comisión Abat Oliba estaba controlada por el aparato del régimen (su presidente era Fèlix Escalas Chamení, que había sido presidente de la Generalitat intervenida el 1934-1935); y que los obispos de Lleida, Juan Villar Sanz, y de Tortosa, Manuel Moll Salord, habían puesto muchas dificultades para la utilización del catalán; no pudieron evitar que el secretariado (formado por un centenar de personas) burlara la represión y se dirigiera a los convocados en la lengua del país. En aquel secretariado de la Comisión destacaban las figuras de Fèlix Millet i Maristany, Josep Benet i Morell, Josep Maria Ainaud de Lasarte, Jordi Bonet i Armengol, Jaume Carner y Joan Raventós.

Las fuerzas políticas catalanistas de orientación cristiana —en la clandestinidad—, representadas básicamente por el Front Nacional de Catalunya y la Unió Democràtica de Catalunya, lo convirtieron en un acto de reafirmación nacional. Fèlix Millet, ante las máximas autoridades del régimen franquista, hizo la lectura de abertura del acto en catalán. Por primera vez desde el final del conflicto civil (1939), se hacía uso público y multitudinario del catalán. Pero lo más destacable fue la reacción espontánea del público. El discurso del ministro franquista Martín-Artajo fue ahogado por el canto multitudinario del Virolai. Y después se hizo lectura pública de unas cartas de Pau Casals y otros exiliados.