Tal día como hoy del año 1918, hace 100 años, los consejeros y diputados de la Mancomunitat de Catalunya consensuaban y aprobaban el texto ―previamente elaborado por una ponencia― de autonomía para Catalunya. La Mancomunitat, entonces presidida por Josep Puig i Cadafalch, tenía como principal objetivo la aprobación de un texto que se presentaría al gobierno español y que sería el punto de partida de una negociación para la obtención de la autonomía. Según la prensa de la época, aquel texto fue sobradamente debatido y consensuado entre todas las fuerzas políticas representadas en la Diputación de Catalunya.

No obstante, aquel texto chocaría con la negativa a negociar, transformada gradualmente en una fuerte hostilidad, de las fuerzas políticas españolas representadas en el Congreso de los Diputados, y con la escasa fuerza del catalanismo en aquella cámara. Mientras que en la Diputación de Catalunya los regionalistas y los republicanos sumaban 33 de los 44 escaños, en las Cortes españolas los regionalistas catalanes y los nacionalistas vascos sólo representaban el 15% de la composición de una cámara dominada por los monárquicos dinásticos (322 de 409 diputados).

El 7 de febrero de 1919, cuando se habían desvanecido todas las posibilidades de crear un marco negociador, Francesc Cambó, uno de los líderes del partido hegemónico catalán Lliga Regionalista, proclamaría: “Era un error el sueño que habíamos abrigado alguna vez de que Cataluña tenía que ir a la solución del problema de la autonomía poco a poco y por etapas (...) nos produjo una resolución inquebrantable: la de renunciar en absoluto a todo planteamiento del problema catalán en forma parcial, por entender que la única solución posible (...) era la solución total, integral del problema de Cataluña”.