Tal día como hoy del año 1642, hace 378 años, en el contexto de la Guerra de los Segadores (1640-1652), el Dietario de la Generalitat consignaba la recepción de una misiva oficial firmada por el rey Luis XIII de Francia, excusando su presencia para jurar las Constituciones de Catalunya y ser nombrado conde de Barcelona. El 24 de enero de 1641, la Generalitat y la monarquía francesa habían pactado nombrar a Luis XIII conde independiente de Barcelona (como Luis I), y confirmar Catalunya como un estado dentro de la órbita política de París.

En aquella misiva, redactada durante el asedio catalanofrancés en Perpinyà, se decía: “Com nosaltres som ja luny de vosaltres y que diferents negocis necessiten de nostra presència en altra part, junt que nostra salut no·ns permet de tornar en aqueixas parts durant los calors de la era present, nosaltres nos ne anirem ab pesar de no ser poguts arribar fins a nostra bona ciutat de Barcelona per conèxer de més prop la afició de nostres bons y fels vassalls y per satisfer a tot ço que lo príncep ha acostumat fer en persona, com també per celebrar las Corts de la província, com nosaltres desijam”.

Luis XIII —de la casa de Borbón— nunca más tendría ocasión de viajar a Barcelona para recibir personalmente el nombramiento condal. Aunque en la misma misiva declaró: “Nós esperam tenir aquest contento una altra vegada, y bastarà per aquesta que hajam posades las cosas en tal estat que prest Perpinyà serà fora las mans dels enemichs”, la muerte lo sorprendería tan sólo unos meses después, y únicamente prevalecería el juramento provisional que, el noviembre anterior, había prestado en su nombre su lugarteniente Urbain de Maillé. Su hijo y heredero, Luis XIV, tampoco juraría nunca en persona el cargo.