Tal día como hoy del año 1640, hace 381 años, y en el contexto de la Revolución de los Segadores y Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59), los representantes políticos catalanes que el rey hispánico Felipe IV había secuestrado en Madrid entraban en la villa de Montblanc ―bajo control de las tropas de la Generalitat― y recuperaban la libertad. Aquellos representantes políticos habían sido enviados por la Generalitat a la corte de Madrid al inicio de la crisis (marzo-mayo, 1640) para encontrar una salida negociada al conflicto. Pero la cancillería hispánica los había retenido y encarcelado con el propósito de atemorizar a la clase dirigente catalana y, sobre todo, separarla del clima revolucionario popular que se estaba apoderando de las clases populares.
Este grupo de personalidades estaba formado por Francesc d'Oluja, canónigo de la catedral de Lleida; Francesc Sans i Francesc Tavarner, arcediano y canónigo de la catedral de Barcelona; Joan de Peguera, Francesc de Cartellà, Jerónimo de Calders, Joan Baptista Codina y Bernat Valencas, ciudadanos honrados de Barcelona y todos “embaxadors del General de Cathalunya enviats a sa magestat el rey catòlic (Felipe IV) en lo mes de mars de l’any 1640”, y Joan Pau Boquet i Torrella “embaixador enviat per part de la ciutat de Barcelona”. Estas personalidades fueron liberadas en el primer intercambio de prisioneros del conflicto y fueron intercambiados por Catalina Fernández de Córdoba, viuda del difunto virrey Enrique de Aragón-Cardona, y sus hijos.
El Dietario de la Generalitat consigna que tres días más tarde este grupo de personalidades que habían sido secuestradas por la cancillería hispánica entraron en Barcelona y fueron entusiásticamente recibidas por la multitud: “Hisqué molta gent a veure’ls, per a desitjar-los tant, per la gran ingratitut del rey cathòlic, que no·ls volia dexar anar. Deu-se tot en aquell restaurador de la pàtria, lo molt il·lustre senyor Pau Claris, canonge de la santa Iglésia de Urgell, deputat ecclesiàstich lo trienni pròxim passat, lo qual, ab son valor, opposà Cathalunya contra las armas del rey cathòlic, y no dubtà fer capturar y posar en presó la persona de la senyora duquessa y sos fills, que és estat lo medi de cobrar nostres embaxadors, que, altrament, Cathalunya no·ls haguera cobrats”.