Tal día como hoy del año 1897, hace 122 años, moría en Barcelona el maestro de obras, arquitecto y urbanista Josep Fontserè i Mestre; que, en el transcurso de su vida, había adquirido un gran prestigio profesional como el constructor y arquitecto de varios proyectos arquitectónicos y urbanísticos en Barcelona: los más destacados serían el diseño y construcción del parque de la Ciutadella y la construcción de sus principales elementos arquitectónicos (1870-1877) para la Exposición Universal de 1888.

En el parque de la Ciutadella sería el constructor de la Cascada (1874-1882), del Umbráculo (1883-1886) y del Café (1872) ―reformado posteriormente―. Y, en otros lugares de la ciudad, sería el arquitecto-constructor de los edificios del mercado del Born (1873-1878), del Depósito de Aguas (1874-1876) ―en la calle Ramon Trias Fargas― y de los porches del paseo Picasso (1872). Fuera de Barcelona, sería el arquitecto-constructor de los edificios del parque Samà (1881-1887), en Cambrils (Baix Camp).

Fontserè había nacido en Barcelona el año 1829. Durante su primera juventud había trabajado al lado de su padre, Josep Fontserè y Domènech (arquitecto municipal de Barcelona), en varios proyectos arquitectónicos y urbanísticos. Algunas fuentes afirman que, cuando todavía era un niño muy pequeño, ayudó su padre a marcar sobre el terreno el perímetro de la plaza de toros del Torín (1834) ―en la Barceloneta―. Estudió en la Escuela de la Lonja de la Junta de Comercio y en la Escuela de Maestros de Obras y de Caminos.

Se graduaría en 1853, pero mcuho antes ya había recibido sus primeros encargos: en 1849 dirigió las obras del Teatre Olimp (en la calle Mercaders, de Barcelona) y en 1853 las del Teatre Circ Barcelonès (en la calle Montserrat, Barcelona). Poco después, en 1859, obtendría el tercer accésit en el concurso municipal para urbanizar el Eixample de Barcelona. Su lema era "no destruir para edificar, sino conservar para rectificar y edificar para engrandecer".