Tal día como hoy del año 1863, hace 155 años, el comerciante catalán Josep Tomàs Besa Infantes, fundaba el Cuerpo de Bomberos de Santiago de Chile, el segundo del país después del de Valparaíso (1851) ―el decano del continente fundado por el, también, catalán Josep Cerveró i Moxó (Cervera, 1807)―. Josep Besa, según la mayoría de las fuentes, nacido en Barcelona hacia el 1808, llegó a Chile ―como Cerveró― poco después de la culminación del proceso revolucionario que había conducido el país a la independencia (1810-1823). También, según las fuentes, los abuelos de Besa (Bernat Besa y Felipa Barba) procedían de la comarca del Maresme. En Santiago, la capital, fundaría ―con un socio catalán y dos socios vascos― la casa comercial Besa, Salinas, Almarza y Bordalí (1838), que más tarde acabaría gestionando en solitario con el nombre de Besa y Cía.; y que sería una de las principales empresas exportadoras de cobre y de azúcar del país.

Josep Besa funda al Cuerpo de Bomberos de Santiago de Chile. Nómina de víctimas publicada por el gobierno chileno. Fuente Biblioteca del Congrès dels Estats Units

Nómina de víctimas publicada por el gobierno chileno / Fuente: Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos

El 8 de diciembre de 1863, festividad de la Concepción, se produjo un gran incendio en la iglesia de la Compañía de Jesús de Santiago de Chile, que se originó en el altar mayor mientras se celebraba el oficio religioso. El templo, iluminado con más de 2.000 velas de parafina, se convirtió en una gran antorcha. La rápida propagación del fuego (que provocó el derrumbe del tejado y del campanario) y la inexistencia de un cuerpo de rescate impidió que las personas congregadas en el interior consiguieran escapar. Dos días más tarde, la intendencia municipal facilitaba un saldo provisional de más de 3.000 víctimas mortales. Aquella catástrofe causó una gran conmoción en una ciudad de poco más de 100.000 habitantes (en aquella misma época Barcelona tenía 350.000). Y pocos días después, Besa, que entonces ya era uno de los prohombres de la ciudad, encabezó la iniciativa ―con diez personalidades locales más― de creación de un cuerpo de bomberos permanente.