Tal día como hoy del año 1413, hace 608 años, en Balaguer (entonces capital del condado independiente de Urgell), el conde Jaime de Urgell, que había sido candidato al trono catalanoaragonés en la elección del Compromiso de Caspe (1412), se rendía a las tropas de Fernando de Trastámara, el nuevo monarca al trono de Barcelona. Jaime, después de conocer el resultado de Caspe ―que había sido claramente favorable a su rival Fernando de Trastámara―, se rebeló, pero no consiguió sumar los apoyos políticos a su candidatura y, finalmente, aquella empresa militar acabaría fracasando. Según algunas fuentes, Jaime se rebeló impulsado por su ambiciosa madre, Margarita de Monferrato, que, en aquel decisivo momento, habría pronunciado la cita "Hijo, o rey o nada".
A la muerte de Martín I (1410) sin descendencia legítima, se había convocado una asamblea formada por tres representantes de cada uno de los estados peninsulares de la Corona. Desde un principio, la lucha por el trono se centró en los dos principales candidatos: Jaime de Urgell ―el hombre más rico de Catalunya―, que contaba con el apoyo de buena parte de las clases aristocráticas feudales del conjunto de la Corona, y Fernando de Trastámara ―casado con la mujer más rica de Castilla―, que contaba con el apoyo de las poderosas clases mercantiles urbanas de Barcelona y de València. El triunfo de Fernando y la entronización de una nueva estirpe abriría un nuevo periodo histórico en los países de la Corona, decididamente orientado hacia la península Ibérica y hacia las nuevas rutas atlánticas.
Después de la rendición, Jaime fue encarcelado y confiscado, y su familia fue desterrada. Jaime pasaría veinte años recluido en varios presidios de Castilla, y acabaría muriendo misteriosamente asesinado en la prisión de Xàtiva (1433) cuando la casa real portuguesa estaba negociando su liberación. Su esposa Isabel ―hermanastra del difunto rey Martín I― fue enclaustrada en el monasterio de Sijena. Y sus hijas fueron alejadas de Catalunya con matrimonios pactados por los Trastámara: Elisabet fue casada con Pedro, cuarto hijo del rey Juan I de Portugal; Leonor con Raimon Orsini, un oligarca de Salerno (reino de Nápoles) que se puede decir que prácticamente la había comprado; y Juana con Juan de Foix, un siniestro mercenario francés que le triplicaba la edad.