Tal día como hoy del año 1497, hace 522 años, moría en Salamanca (Corona castellano-leonesa) el infante Juan de Trastámara y Trastámara ―más conocido como Juan de Aragón―, tercer hijo de los Reyes Católicos y primer varón y, por lo tanto, heredero en los tronos de las coronas catalano-aragonesa y castellano-leonesa. Juan de Aragón, nacido en Sevilla el año 1478, murió a los veintiún años; oficialmente a causa de una tuberculosis y extraoficialmente a causa de la ninfomanía de su joven esposa, la infanta Margarita de Habsburgo y de Borgoña, más conocida como Margarita de Austria.

Un año y medio antes de su muerte (abril de 1476), Juan de Aragón había sido casado con Margarita de Austria (Bruselas, 1480 – Malines, 1530), en una operación de estado dirigida por su padre Fernando el Católico, que tenía el propósito de convertir la casa de Trastámara en la más poderosa de Europa. Los padres de Margarita eran Maxilimiliano de Habsburgo (archiduque independiente de Austria) y María de Borgoña (duquesa independiente de la Borgoña y condesa independiente de Flandes). Margarita de Austria era la segunda hija del matrimonio y, también, la segunda en la línea sucesoria de los dominios independientes de Austria, de Borgoña y de Flandes.

En aquella negociación, los Habsburgo-Borgoña ―que tenían las mismas ambiciones que los Trastámara― habían pactado, también, la unión matrimonial de su primogénito y heredero Felipe, llamado el Bello con Juana, llamada la Loca (agosto de 1496), hija segunda de los Reyes Católicos y en aquel momento tercera en la línea sucesoria de la monarquía hispánica. Aquella segunda unión consolidaba, definitivamente, el eje Trastámara-Habsburgo; pero a la vez marcaba el inicio de una carrera que tenía que deliberar cuál de las dos casas, en el transcurso de las generaciones, acabaría imponiendo su patrónimo.

La prematura e inesperada muerte del infante Juan, parecía precipitar el final de aquella carrera. Pero Isabel la Católica se tragó el orgullo y aceleró las negociaciones de la boda de la infanta Isabel ―primogénita y convertida en heredera de la monarquía hispánica― con el rey Manuel de Portugal (del partido de su antigua rival Juana la Beltraneja). La muerte de la infanta heredera Isabel el año siguiente (1498), oficialmente a causa de una infección postparto, y de su bebé Miquel da Paz dos años después (1500), abriría definitivamente la puerta de la monarquía hispánica a los Habsburgo.