Tal día como hoy del año 1981, hace 37 años, en un acto patrocinado por el médico y político socialista Felip Solé i Sabarís y por el teólogo y activista catalanista Aureli Argemí i Roca, un numeroso grupo de personas reunidas en el Paranimf de la Universitat de Barcelona creaban la Crida a la Solidaritat en defensa de la lengua, de la cultura y de la nación catalanas. Aquel acto quería ser una respuesta de la sociedad catalana a la publicación del Manifiesto de los 2.300 firmado el 25 de enero de 1981 por un colectivo de profesionales y de intelectuales que acusaban al Govern de la Generalitat de haber creado una política lingüística —en el campo de la educación— que discriminaba al castellano.

La primera manifestación de la Crida fue convocada el 24 de junio de 1981, coincidiendo con la fiesta de Sant Joan (considerado patrón de los Països Catalans). En aquella primera cita, el Camp Nou —el estadio del FC Barcelona— reunió a más de 100.000 personas. Aquel acto sería una demostración de fuerza; y sería el pistoletazo de salida de una serie de campañas reivindicativas sobradamente seguidas y que tendrían un fuerte impacto social y político. La Crida sería la promotora de la campaña contra la LOAPA (1982), el pacto entre la UCD de Suárez y el PSOE de González que, después del intento de golpe de estado del 23-F, pretendía detener el desarrollo del autogobierno catalán.

La Crida se implicó, también, en la defensa de los derechos humanos, y promovió las protestas contra las torturas que se practicaban en las dependencias policiales de Barcelona, denunciadas sobradamente por Amnistía Internacional. El gobernador civil, el socialista Ferran Cardenal, abriría expedientes contra los organizadores. Promovió acciones para la presencia del catalán en los espacios públicos, como la estación de Sants, que acabaría con el encarcelamiento de activistas acusados por el fiscal Jiménez Villarejo; en el aeropuerto del Prat, que se saldaría con varios heridos causados por la brutal carga policial; o en El Corte Inglés con dos activistas colgados durante horas en su fachada.

Se funda el Llamamiento a la Solidaridad. Aeropuerto del Prat (1985). Fuente Blog ferransala

Aeropuerto del Prat (1985) / Fuente: Blog Ferran Sala

La Crida entraría en crisis a partir de la división interna que generaron las dos corrientes políticas principales que la integraban: los grupos próximos a Convergència i Unió y los grupos que gravitaban en la órbita de Esquerra Republicana. La salida de algunos grupos vinculados a Jordi Pujol —entonces president de la Generalitat— poco antes de la manifestación contra la LOAPA (1982) pondrían en cuestión la unidad del proyecto. Pero la salida de Àngel Colom, Xavier Bosch y Jordi Portabella (1986) —que se incorporarían a Esquerra Republicana— precipitaría la crisis. La Crida se acabaría disolviendo en 1993. Sin embargo, en marzo del 2012 un numeroso grupo de exactivistas pasaría a integrarse en la Assemblea Nacional Catalana.