Tal día como hoy del año 1939, hace 82 años, en el contexto de las semanas inmediatamente posteriores a la ocupación franquista de Catalunya y de los últimos días de la Guerra Civil española (1936-1939), el Servicio Nacional de Turismo del nuevo régimen publicaba una oferta de trabajo de varias plazas de "guía-intérprete". Según aquella oferta de trabajo, aquellos guías se destinarían a conducir grupos de personas que querían visitar los pueblos y barrios derribados por efecto de los bombardeos de las aviaciones nazi y fascista italiana. En algunas casas de estas pueblos y barrios derribados todavía habitaban en condiciones muy precarias personas y familias que habían sobrevivido a los bombardeos; y que quedarían integradas —como un elemento más del paisaje— en aquellas macabras rutas turísticas.

En el momento en que se hizo pública aquella oferta de trabajo, las principales ciudades de Catalunya habían sufrido bombardeos devastadores que habían causado miles de muertes civiles y que habían convertido en escombros partes muy importantes de sus tramas urbanas. Destacaban Barcelona, que había visto convertidos en escombros una gran cantidad de edificios entre la plaza Sant Jaume y la Rambla; o Tarragona, que había perdido varias islas de casas en la zona próxima al puerto. Otras ciudades que también habían sufrido con rigor la destrucción de las bombas franquistas eran Tortosa, Reus, Lleida, les Borges Blanques, Granollers, Manresa, Girona o Figueres. Aquella oferta de trabajo estaba totalmente restringida a candidatos que podían acreditar documental o testimonialmente su afinidad ideológica con el régimen franquista.