Tal día como hoy del año 1640, hace 380 años, en el contexto de la Revolución y Guerra de los Segadores (1640-1652), el Dietario de la Generalitat consignaba la recepción de una misiva oficial firmada por el rey hispánico Felipe IV y fechada el 15 de septiembre en la que convocaba a cortes a los tres brazos estamentales de Catalunya. Aquellas cortes, que Felipe IV había convocado en Lleida y que no se celebrarían nunca, venían precedidas de la declaración formal de guerra de Felipe IV a Catalunya (01 de septiembre de 1640), de la firma del Tratado de Ceret entre las cancillerías de Barcelona y de París (07 de septiembre de 1640) y de la declaración formal de guerra de Catalunya a la monarquía hispánica (10 de septiembre de 1640).

Aquella convocatoria a cortes, que pretendía retroceder al escenario anterior al Corpus de Sangre, inicio de la Revolución de los Segadores (07 de junio de 1640), certificaba el fracaso de la política del ministro plenipotenciario Olivares con relación a Catalunya, que desde 1626 había intentado por todos los medios destruir el autogobierno catalán. A partir del hecho, la posición de Olivares en la cancillería de Madrid se debilitaría progresivamente hasta que en 1643 sería cesado, expulsado de la corte hispánica, marginado y desterrado. Olivares, que, en el punto culminante de su carrera había sido uno de los hombres más poderosos de Europa, moriría en el más absoluto de los olvidos en la villa leonesa de Toro (1645).

No obstante, es importante destacar que la supuesta mano tendida de Felipe IV con el propósito de reconducir el conflicto contrastaba con el avance de las tropas hispánicas comandadas por Fajardo de Zúñiga —marqués de Los Vélez—. Mientras Felipe IV convocaba a los representantes a cortes, ordenaba a Los Vélez masacrar y saquear la población civil del sur del Principat, que, entre julio y septiembre de 1640, asesinó a centenares de civiles en Tortosa, Xerta, Tivenys y Aldover. Fracasado el intento de cortes, Felipe IV reaccionaría con más violencia: el 16 de diciembre de 1640, Los Vélez pasó a cuchillo a 700 personas en Cambrils, que entonces era una pequeña villa de 1.000 habitantes.