Tal día como hoy del año 1609, hace 411 años, el virrey hispánico en el reino de Valencia Luis Carrillo de Toledo hacía público el decreto de expulsión de los moriscos valencianos firmado pocos días antes por el rey hispánico Felipe III. Aquella operación fue la primera de un plan de expulsión que afectaba a la totalidad de las comunidades moriscas radicadas en territorio peninsular de la monarquía hispánica. Aquella operación de limpieza étnica se llevó a cabo entre 1609 y 1614 y, según la investigación historiográfica moderna, acabaría afectando a 272.140 personas en el conjunto de la monarquía hispánica, que representaban un 6% del total de la población.

Los moriscos valencianos eran el resultado del mestizaje entre las clases más humildes del territorio en la época de la conquista árabe (711-714), que se habían arabizado y islamizado, y de la formidable inmigración bereber que había llegado acto seguido. Y eran descendientes de la población de cultura árabe y de religión musulmana que se había quedado en el territorio después de la conquista de Jaime I (1229-1245). La permanencia se explicaba por la rápida ocupación cristiana del territorio, la falta de colonos suficientes para sustituir la población autóctona y la necesidad de los nuevos dominadores de obtener beneficios inmediatos de aquella empresa; hechos que habrían evitado su expulsión inmediata.

El año 1609, los moriscos valencianos eran un colectivo no asimilado en la sociedad dominante, que conservaba la lengua propia (un sincretismo de amazigh, árabe y latín vulgar) y la religión musulmana. Estaban concentrados, principalmente, en el interior del país y sumaban unas 120.000 personas (una tercera parte de la población del país). El reino de Valencia era el territorio con el colectivo morisco más numeroso ―cuantitativamente y percentualmente― de los territorios peninsulares de la monarquía hispánica. Según la misma investigación moderna, en el País Valencià, entre el 22 de septiembre de 1609 y el 20 de febrero de 1614, fueron desahuciadas, confiscadas y deportadas 117.464 personas.