Tal día como hoy del año 1670, hace 352 años, en Prats de Molló (Vallespir, Catalunya Nord); un destacamento de las tropas francesas ocupantes detenían a Joan Miquel Mestre, llamado l’Hereu Just de Vallestàvia y uno de los jefes de la primera revuelta antifrancesa del Rosselló (1667-1668). La detención del Hereu Just sería la espoleta que haría estallar la segunda revuelta (1670-1674), que se iniciaría el mismo día. Cuando corrió la noticia de que Mestre había sido detenido y encarcelado, transitoriamente, en la prisión de Prats de Molló, los vecinos de la villa asaltaron la casa local de la gobernación francesa, y tomaron como rehenes a la esposa y los hijos del gobernador.

Cuando sucedieron estos hechos ya hacía once años que se había firmado el Tratado de los Pirineos (1659) y diez años (1660) que la Catalunya Nord —llamada, oficialmente, por París como a Province du Roussillon— había sido formalmente ocupada por las tropas francesas. En aquel momento el gobierno del territorio se ejercía desde una institución creada justo después de la ocupación francesa, denominada Consell Sobirà del Rosselló, que estaba dirigido por catalanes que durante la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59) se habían comprometido con el mayoritario partido catalano-francés, y que, después de la ocupación hispánica del Principado (1652) se habían exiliado al Rosselló.

Después del Tratado de los Pirineos (1659), París había incorporado la Catalunya Nord como "provincia extranjera" (una especie de marca que tenía que hacer las funciones de plataforma territorial para una futura campaña militar de conquista de la totalidad de Catalunya). Aquel estatus consagró dos fronteras: una al norte (en Salses) y otra al sur (en el Pertús), que sumieron el territorio en una profunda crisis económica. Las revueltas antifrancesas del Rosselló se enmarcarían en este contexto: eran la reacción popular a un paisaje de hundimiento económico que ni las autoridades catalano-francesas de Perpinyà ni el aparato de dominación de París fueron capaces de prever ni mitigar.