Tal día como hoy del año 1640, hace 379 años, se producía un tumulto de dimensiones considerables en el interior de la ciudad de Barcelona, que sería la chispa que haría estallar una revuelta urbana que marcaría el inicio de la Revolución de los Segadores y que conduciría a la Guerra de los Segadores (1640-1652) y a la proclamación de la Primera República Catalana (1641). Aquella revuelta se produjo en la calle Ample cuando, según algunas fuentes, un juez de la Real Audiencia de Catalunya que había reconocido a uno de los líderes de la revuelta local de Santa Coloma de Farners (del 14 de mayo anterior) en el intento de identificarlo lo hirió de gravedad.

Según estas fuentes, después de que el segador hubiera quedado gravemente herido, se produjo una riña colosal entre un grupo de unos trescientos segadores y otro grupo formado por funcionarios de justicia y su extensa nómina de subordinados y de criados; que acabó con un número indeterminado de heridos. Acto seguido, los segadores se dirigieron al palacio del virrey hispánico (conde de Santa Coloma), situado a poca distancia del lugar donde se había producido el enfrentamiento, reclamando justicia. La respuesta de los soldados hispánicos, que dispararon contra la multitud provocando la muerte de varios segadores, sería el detonante que convertiría, definitivamente, aquel tumulto en una revuelta urbana.

La noticia del asesinato de varios segadores corrió como la pólvora, y en pocas horas todas las clases populares de la ciudad se habían sumado a la revuelta. Durante aquella jornada, llamada Corpus de Sangre, los sublevados incendiaron las casas de varios miembros del aparato militar y de justicia hispánicos, y se produjeron numerosos enfrentamientos armados con los soldados hispánicos, que se saldarían con una veintena de muertos. En el punto culminante de la revuelta, el virrey Santa Coloma (incapaz de controlar la situación), huyó de la ciudad con el propósito de embarcar en la galera real (atracada delante del puerto de Barcelona). Poco después aparecería asesinado en la playa de Montjuïc.