Tal día como hoy del año 1531, hace 491 años, el rey Enrique VIII de Inglaterra comunicaba formalmente que se divorciaba de su primera esposa, Catalina, hija del conde-rey Fernando II y de Isabel de Castilla. Aquel divorcio se produjo de forma unilateral (Catalina, por su condición de católica, se opuso) y sin autorización pontificia (Carlos de Gante, el nieto y heredero de los Reyes Católicos, presionó al papa Julio II para impedir la separación matrimonial). Por lo cual aquel divorcio se convirtió en un desafío a la autoridad pontificia y a la monarquía hispánica y se convertiría en el inicio del proceso de creación de la Iglesia anglicana y de despegue de Inglaterra como potencia.

Aquel divorcio se ha explicado como el deseo del rey Enrique VIII de formalizar la relación que mantenía con su amante Ana Bolena, hija de Thomas Boleyn, duque de Ormond, y de Elisabeth Howard, de la casa de Norfolk. En aquel contexto, los Ormond y los Norfolk eran dos poderosas familias que habían tenido un protagonismo destacado en la sustitución de la dinastía real Plantagenet por la de Tudor. Y la realidad es que aquel divorcio escenificaba la salida por la puerta de atrás de Catalina (que el núcleo de Enrique siempre había considerado una intrusa y el precio de una alianza que limitaba la progresión de Inglaterra), en beneficio de una representante de la nobleza local leal a los Tudor.

Aquel divorcio inauguró un periodo convulso que se prolongó por espacio de medio siglo, dominado por una durísima represión (que osciló según quién se sentaba en el trono) contra católicos y contra anglicanos. También se rompió la alianza política entre la monarquía hispánica y la Corona inglesa (formalizada a finales del siglo XV con Catalina como prenda). Aquel enfriamiento promovería un escenario de espionaje (desplegado por los reyes hispánicos Carlos de Gante y Felipe II) y de crímenes selectivos (perpetrados por agentes del espía mayor del Reino), que Londres contestaría con la creación de una fuerza corsaria y que culminaría con el intento hispánico de invasión de Inglaterra, que se saldó con la escandalosa derrota de la Armada Invencible (1588).