Tal día como hoy del año 1707, hace 312 años, en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1715), a las tropas franco-castellanas de Felipe V –comandadas por los duques de Orleans y de Berwick– asaltaban las murallas de Lleida y se entregaban al saqueo y al asesinato indiscriminado de los defensores y de la población civil. La investigación historiográfica estima que, durante aquella jornada, el ejército de Felipe V asesinó a un mínimo de 700 civiles.

Aquella masacre se produjo en el segundo anillo de murallas de la ciudad (en la terraza inferior del cercado amurallado). El ejército de Felipe V, formado por 30.000 efectivos, había sometido a asedio la ciudad de Lleida desde el 11 de septiembre anterior. Después de treinta días de asedio, los atacantes –que habían bombardeado insistentemente la trama urbana de la ciudad con el propósito de provocar el desánimo de la población civil y forzar la rendición de la guarnición militar; rompieron las defensas por la muralla de la Magdalena.

Acto seguido, la mayoría de la población se refugió en el interior del primer anillo de murallas (en la terraza superior). Pero en cambio los vecinos del barrio el Hospital de Santa Maria –situado en el extremo opuesto de la parte donde las defensas habían cedido–, temiendo no alcanzar la puerta del primer anillo antes de que llegaran los asaltantes borbónicos –los accesos estaban a medio camino entre la Magdalena, por donde habían penetrado los borbónicos y el Hospital– se refugiaron en el convento del Roser, en la costa de Els Cavallers.

Una vez los borbónicos llegaron al convento del Roser, lo asaltaron a sangre y fuego, profanaron la iglesia, los objetos y representaciones sagradas y concentraron a todos los refugiados en las salas principales del edificio. Allí, los soldados y oficiales de Felipe V, enfilaron con las bayonetas las primeras filas de refugiados. Y después, los supervivientes fueron degollados. En aquella masacre fueron brutalmente asesinadas personas de todas las edades y de todas las condiciones sociales, totalmente desarmadas e indefensas.