Tal día como hoy del año 1640, hace 380 años, en el contexto de las semanas inmediatamente anteriores al estallido de la Revolución de los Segadores Felip de Sorribes y Benet Guasch -carceleros mayor y menor de las mazmorras de la monarquía hispánica en Catalunya-, declaraban que la orden de excarcelar al diputado militar (equivalente a conseller de Interior) Francesc de Tamarit, había partido -directamente- del virrey hispánico Dalmau de Queralt, conde de Santa Coloma. La excarcelación de Tamarit se había producido dos días antes (22 de mayo) en un contexto de gran tensión social, con la entrada de 3.000 segadores en la ciudad que protestaban por los robos y asesinatos cometidos por los Tercios en la Catalunya rural.

Tamarit había sido encarcelado por orden del virrey el 18 de marzo anterior, acusado oficialmente de obstaculizar la leva forzosa de civiles destinados al frente de guerra que enfrentaba las monarquías hispánica y francesa (1635-1659). Extraoficialmente estaba acusado de mantener contactos secretos con la cancillería de la monarquía francesa, para conducir Catalunya hacia la independencia. Tamarit se había negado a participar en la leva, amparándose en el derecho Princeps Namque, recogido en las Constituciones de Catalunya (jurado por Felipe IV), que garantizaba a los catalanes que no podían ser militarizados para combatir fuera del país.

Según el Dietari de la Generalitat, Sorribes y Guasch fueron interrogados por los oficiales de la Generalitat. Y confesaron que Santa Coloma habría urdido tanto el encarcelamiento como la excarcelación de Tamarit; y, acto seguido, habría comunicado a Felipe IV y a Olivares (su ministro plenipotenciario), que los segadores habían asaltado la prisión y liberado al conseller. Tres meses y medio después (1 de septiembre de 1640), la monarquía hispánica declaraba formalmente la guerra a Catalunya. De un total de 10 causas para justificar el casus belli, la primera era “haver invadido las reales banderes de su magestad”; y la segunda “haver sacado al deputado y demás presos de las cárceles”.