Tal día como hoy del año 1859, hace 161 años, nacía en Castras (Languedoc-Francia) Jan Jaurès, que en el transcurso de su vida sería catedrático de filosofía de la Universidad de Tolosa de Languedoc; fundador del Partido Socialista Francés (1902); cofundador del SFIO (1905) -la unificación de los dos principales partidos socialistas franceses, dominada por el PSF- y diputado a la Asamblea Nacional francesa (1893-1898 y 1902-1914).

Jaurès, como catedrático, como líder del socialismo francés y como editor, se convirtió en uno de los grandes defensores de la recuperación de la oficialidad de las lenguas no francesas en el Midi: el catalán, el occitano y el vasco. En 1904 fundó el histórico rotativo de izquierdas "L'Humanité" que, desde hace un siglo; cada 11 de septiembre organiza en París "La Fête de l'Humanité", una feria y festival que congrega centenares de miles de personas.

Cuando Jaurès defendía la recuperación de la oficialidad de estas lenguas (a caballo entre los siglos XIX y XX) el francés era, tan sólo, la lengua de la administración, de la enseñanza, y de las oligarquías de los territorios de Occitania, Catalunya norte y Euskadi norte. Se estima que, hacia 1900, catalán, occitano y vasco eran las lenguas vehiculares del 90% de la población de sus respectivos territorios.

Incluso, el conocimiento y dominio del francés que tenía la sociedad del Midi (la mitad sur de Francia), a duras penas llegaba al 50%. Es conocido el caso de los soldados norcatalanes que participaron en la I Guerra Mundial (1914-1918) que, a pesar de la obligación de hablar francés que les habían impuesto los mandos, hablaban en catalán entre ellos, muchas veces por el escaso dominio que tenían de la lengua francesa.

Jan Jaurès fue asesinado (1914) por Raoul Villain (militante del partido ultraderechista Action Française). Villain fue absuelto por la justicia francesa, pero veintidós años más tarde (1936) fue asesinado en Ibiza por elementos revolucionarios anarquistas. Jan Jaurès es, en la actualidad, la personalidad histórica que tiene más calles y plazas dedicadas en las ciudades y pueblos de Occitania, y el segundo en la Catalunya norte después de Francesc Aragó.