Tal día como hoy del año 891, hace 1.130 años, nacía en Córdova (entonces capital del califato independiente de al-Ándalus), Abd-Al-Rahman ibn Muhammad, más conocido como Abderramán, que, desde el 929 hasta el 961 (año de su muerte) sería califa independiente de al-Ándalus. Abderramán fue nieto y heredero de Abdalá I, séptimo emir independiente de Córdova y de su concubina Onneca, hija del caudillo vasco Fortun Garcés; y era hijo de Mohammed (primogénito de Abdalá y Onneca) y de una concubina vasca (probablemente una cautiva cristiana introducida al harén emiral) renombrada Muzna, que en lengua árabe significa "Lluvia". Por lo tanto, la genética de Abderramán era mayoritariamente vasca.

No obstante, durante los primeros años de su gobierno, Abderramán III desplegó varias campañas militares contra los reinos cristianos de León y de Pamplona; aliados con los gobernadores árabes independentistas de la Frontera Superior del califato (Zaragoza, Lleida, Tortosa, Valencia). Las fuentes documentales revelan que aquellas intensas y agresivas campañas militares provocaron la devastación de las nuevas zonas de colonización cristiana; especialmente el condado de Castilla, dependiente de la monarquía leonesa; y el condado de Aragón, bajo dominio de la monarquía navarra. Aquellas campañas se prolongaron hasta que el 939, fue derrotado a la batalla de Simancas.

En cambio, las mismas fuentes revelan que mantuvo unas muy buenas relaciones con la cancillería condal de Barcelona, en aquella época dependiente del poder central carolingio. El conde Sunyer I, hijo y heredero de Wilfredo el Velloso (que disponía de plena autonomía en política defensiva) se alió con Abderramán para combatir a los valís independentistas de Lleida, de Tortosa y de Valencia; y en compensación consiguió hacer avanzar la frontera sur del condado de Barcelona desde el valle del Llobregat hasta la del río Gaià (a las proximidades de Tarragona). Sunyer I restauró el castillo de Olèrdola e impulsó la primera repoblación del Penedès.