Tal día como hoy del año 1939, hace 91 años, en el contexto de los meses inmediatamente posteriores a la ocupación franquista de Catalunya y a la conclusión de la Guerra Civil española (1936-1939), la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Barcelona, presidida por el alcalde Miguel Mateu Pla (conocido popularmente como "el Mateu de los hierros") promulgaba un decreto que sustituía el nombre de todas las escuelas públicas de primaria de Barcelona que tenían relación con la cultura catalana o con el republicanismo.

La prensa de la época (La Vanguardia Española, edición del 18/08/1939) publica que “con el nombre de Obispo Irurita se denomine ej grupo escolar de la calle de Casanova titulado de Pablo Iglesias; con el de José Bertrán y Güell el de La Farigola; con el del general Primo de Rivera el grupo escolar Baldiri Reixach, y con los de Pintor Fortuny, Luis Antúnez, Ramiro de Maeztu, los hasta hoy rotulados con los de Avenç, Can Tunis y Giner de los Ríos”.

La obsesión de los insensibles locales a satisfacer a los cabecillas del régimen, conduciría a situaciones ridículas. Irurita fue un obispo oficialmente fusilado por revolucionarios incontrolados que la investigación moderna sitúa en Barcelona de paisano después de la ocupación de la ciudad. Primo de Rivera había liquidado la red de enseñanzas profesionales de la Mancomunidad "porque ayuda a destruir la gran obra nacional". Y Bertran y Maeztu no eran más que propagandistas del corporativismo fascista.

Pero la línea que separaba el ridículo del esperpento, la traspasarían cuando decidió renombrar los centros escolares de la plaza Espanya; llamados provisionalmente "1", "2", y "3". El decreto decía que: "se rotulen con los nombres de Calvo Sotelo y José Antonio Primo de Rivera (líderes de las formaciones ultraderechistas Bloque Nacional y Falange) y Víctor Pradera (un furibundo antibasquista y anticatalanista)". Los tres habían sido asesinados, y eran considerados iconos de la ideología nacional-católica españolista.