Tal día como hoy del año 1497, hace 523, en Roma, moría asesinado Juan de Borja Cattanei, hijo del pontífice Alejandro VI -conocido como el papa Borja- y de su pareja Vanozza dei Cattanei. Juan Borja era el primer eslabón de una serie de uniones matrimoniales convenidas que unían a las poderosas familias Borja y Enríquez. El año 1444, Juana Enríquez -madre de Fernando el Católico- se había convertido en reina consorte de la corona catalano-aragonesa. Y el año 1452, Alfonso de Borja se había convertido en pontífice de Roma con el nombre de Calixto III. No se puede explicar el proyecto de la unión dinástica hispánica sin el concurso de la poderosa alianza Borja-Enríquez.

Los Trastámara catalano-aragoneses habían trazado un proyecto político que tenía que conducir a la unión dinástica de todos los dominios peninsulares. En este proyecto, contaron con el apoyo de las élites mercantiles de Barcelona y de Valencia, entre las cuales estaban los Borja. Y con el matrimonio entre el conde-rey Juan II y Juana Enríquez, atrajeron a su causa las oligarquías nobiliarias castellanas opuestas a los Trastámara de Toledo. El matrimonio entre Juan de Borja y María Enríquez (prima hermana de Fernando II), que se celebró en Barcelona en agosto de 1493 (tres meses después de que el padre de Juan -Rodrigo- alcanzara el pontificado, sellaba definitivamente la alianza Borja-Enríquez.

Juan, a pesar de su guardia personal, fue mortalmente apuñalado la noche del 14 de junio en un callejón de la judería de Roma, y su cuerpo fue lanzado al río Tíber. Tenía 23 años y dos hijos nacidos de su matrimonio con María Enríquez. Después del crimen todas las miradas se giraron hacia las estirpes romanas que rivalizaban con los Borja (los Orsini o los Della Rovere). Sin embargo, posteriormente, las acusaciones se dirigieron hacia su hermano pequeño César Borja, que se había implicado en el alta política como un condottiero independiente aliado de la monarquía francesa y opuesto a la monarquía hispánica. César, a propuesta de su padre, relevaría a Juan como capitán general de los ejércitos pontificios.