Tal día como hoy del año 1936, hace 84 años, en el contexto de las primeras semanas de la Guerra Civil española (1936-1939), el president Companys hacía pública la remodelación del Govern de la Generalitat que escenificaba la cesión de la mayoría de las conselleries a los partidos políticos y organizaciones sindicales del Comité de Milicias Antifascistas. Aquella remodelación, presentada a la prensa y a la opinión pública como la solución a una crisis de gobierno, representaría la salida de ocho de los trece consellers de ERC —el partido ganador de las elecciones al Parlament— que formaban el consejo ejecutivo de la Generalitat, y su sustitución por miembros, principalmente, de la CNT/FAI y del POUM.

Gran parte de la investigación historiográfica ha interpretado aquella cesión como una consecuencia de la rebelión militar del 19 de julio de 1936: los anarquistas (CNT/FAI) y los marxistas (POUM) habían tenido un papel muy destacado en la neutralización del golpe de estado y, aprovechando aquel escenario bélico, se habían apoderado de miles de armas (unas 30.000) que, después —ahogado el golpe de estado (20 de julio de 1936)—, se negaron a entregar a los cuerpos policiales leales a la Generalitat (Mossos d'Esquadra, Guardias de Asalto y Guardia Civil). Aquella importante cesión de poder político, escenificada en aquella remodelación de gobierno, no era más que la confirmación de un nuevo paisaje impuesto por el poder militar de anarquistas y marxistas.

Aquella decisión fue ampliamente criticada por la prensa y por la opinión pública catalana. Pero el president Companys no lo aceptaría —al menos, públicamente— hasta que las patrullas de control anarquistas iniciaron una carrera desbocada de atrocidades. El president Companys, consciente de que había cometido el peor error de su carrera política, maniobraría para recuperar el control del poder (sobre todo del orden público) y con Josep Tarradellas —primer conseller y principal enemigo de aquella cesión— y con los consellers Joan Comorera y Miquel Valdès —dirigentes del PSUC— les arrinconaría progresivamente y les derrotaría definitivamente en mayo de 1937.