Tal día como hoy del año 1936, hace 85 años, y en el contexto de los primeros días de la Guerra Civil española (1936-1939), la llamada Columna Durruti, dirigida por el líder anarquista Buenaventura Durruti Dumange (León, 1896 – Madrid, 1936) y formada por 2.500 milicianos de la CNT-FAI, salía de Barcelona —a bordo de camiones y furgonetas requisadas a sus legítimos propietarios— en dirección al frente de guerra de Aragón. Según las fuentes documentales, aquella columna se había impuesto el objetivo de recuperar para la autoridad republicana la ciudad de Zaragoza, que había caído en manos de los rebeldes con el golpe de estado militar perpetrado seis días antes (18 de julio de 1936).

La formación y liderazgo de aquella columna fue objeto de una importante controversia. Cuatro días antes (20 de julio), Francisco Ascaso, el dirigente anarquista que compartía el liderazgo de la organización con Durruti, había muerto en extrañas circunstancias durante el ataque de los paisanos armados al cuartel golpista de Drassanes, de Barcelona. Algunas fuentes revelaron que Ascaso murió de un tiro disparado en la nuca. Al día siguiente (21 de julio), Durruti —erigido en líder único— ordenó el asalto de la Prisión Modelo de Barcelona. Al excarcelar a los presos comunes, prometió la libertad a los que se sumaran a la columna, y amenazó con fusilar a los que no lo hicieran.

El paso de la Columna Durruti por varios pueblos de las comarcas de Tarragona —camino del frente de Aragón— dejó una retahíla de sufrimiento y muerte. En aquel trayecto, los milicianos de Durruti cometieron una gran cantidad de atrocidades contra la población civil, concretamente contra las personas de ideología conservadora y/o catalanista, y de confesión católica. También asesinaron a varias personas por su condición religiosa. En el frente de Aragón las autoridades militares republicanas redirigieron la columna —a causa de la conflictividad de sus integrantes— al frente de Madrid. Precisamente en una acción armada en aquel frente, Durruti moriría, también, en extrañas circunstancias.