Tal día como hoy del año 1493, hace 528 años, Cristóbal Colón desembarcaba en una isla situada al sur del archipiélago actualmente llamado Guadalupe, que bautizaron como Marigalante. Durante aquella misma jornada tocaron y desembarcaron también en otra isla situada a escasas millas al norte de Marigalante, que bautizaron Deseada. Según algunas investigaciones historiográficas, Marigalante fue llamada así en honor a la nave capitana de aquel segundo viaje, que había zarpado de Barcelona en mayo de aquel año y que estaba tripulada por el mismo Colón y que se unió al resto del convoy en Cádiz en septiembre de 1493.

Según las mismas investigaciones, la Marigalante era una nave originariamente construida en algún astillero del Cantábrico que fue adquirida por un grupo de comerciantes catalanes que pertenecían al Consulado de Mar y que financiaban una parte importante de aquel segundo viaje. Estas investigaciones sostienen que fue reparada y adaptada en los astilleros de Barcelona y botada en el puerto de la capital catalana. También, según las mismas investigaciones, fue la nave que, además de Colón, condujo a la Española a los catalanes que participaban en aquella empresa y que se embarcaron (Bertran de Margarit, Boïl, Pané, Ballester, de Torres, etc.).

Este grupo de catalanes se convirtieron en la primera élite colonial en el Nuevo Continente. Bertran de Margarit fue jefe militar de la primera ciudad-factoría; Boïl fue el primer administrador apostólico (cargo equivalente a obispo) del Nuevo Mundo; Pané fue el primer europeo que aprendió las lenguas indígenas y que escribió varios trabajos antropológicos relacionados con las poblaciones autóctonas; y Ballester fue el primer alcalde europeo de América (Santo Domingo, 1497), y el primer empresario europeo en el Nuevo Continente (fue el creador la primera plantación de caña de azúcar y de la primera factoría de extracción de azúcar).