Tal día como hoy del año 1868, hace 152 años, en Barcelona, se celebraba la primera festividad oficial de la Mercè. Pocos meses antes, el Pontificado había autorizado una petición del gobierno municipal de la ciudad que fechaba de 1688 y que solicitaba convertir a la Virgen de las Mercedes en la copatrona de la ciudad. Desde entonces compartiría la categoría de patrona de la ciudad con santa Eulalia, una mártir que vivió en la Barcino romana (siglo III), y que lo era desde el año 878, durante el gobierno del conde Wifredo el Velloso.

Según el Dietario de la Generalitat, a finales de julio de 1687, una plaga de langostas había arruinado el campo catalán. A todo eso se añadía una fuerte crisis social provocada por el alojamiento forzoso de soldadesca hispánica en varios lugares del país, que agredía y saqueaba impunemente a la población civil. Según otras fuentes, el 25 de septiembre de 1687 se incendió (nunca se han aclarado las causas) el antiguo convento de la Mercè, situado en la calle Ample de Barcelona, y la sociedad de la época lo interpretó como una señal.

A partir del hecho, la advocación a la Mercè creció y el pueblo de Barcelona hizo solemne promesa de que la nombraría patrona si libraba a la ciudad y al país de todo tipo de plagas. Hacia abril de 1688, la plaga de langostas remitió, coincidiendo con la rendición del marqués de Leganés (virrey hispánico en Catalunya), que había salido de Barcelona con un destacamento de 1.000 efectivos para castigar a los pueblos que habían expulsado a los militares hispánicos, y se encontró ante un contingente de 20.000 somatenes catalanes.

El año 1868, ciento ochenta años después de estos hechos y coincidiendo con la Revolución Gloriosa —liderada por el general Prim, que había provocado la caída y expulsión de Isabel II— el consistorio municipal de Barcelona —dirigido provisionalmente por el progresista Salvador Maluquer— impulsó la primera celebración oficial de la Mercè. Desde el día 20 anterior, la ciudad se llenó de entoldados donde se bailó en honor a la Mercè, y se festejó la caída del régimen borbónico.