Tal día como hoy del año 1853, hace 167 años, en Santa Fe (Argentina) y después de un largo periodo de conflictos armados entre los partidarios de un modelo de estado unitario (las oligarquías agroganaderas rurales) y los de un modelo de estado federal (las élites mercantiles urbanas), se firmaba y promulgaba la primera y actual Constitución de la Nación Argentina, inspirada en el modelo federal norteamericano. Aquel texto fue firmado por un representante de cada una de las veinticuatro provincias federadas de Argentina; tres de los cuales eran descendientes —en primer o segundo grando— de la primera emigración catalana.

Pere Ferré Alsina (Corrientes, 1788 – Buenos Aires, 1867), del partido federalista, firmó en representación de la provincia federal de Catamarca (en la zona de los Andes). Ferré, que fundaría varias ciudades en el territorio, era hijo del empresario de la madera Joan Ferré Manresa, nacido en Roses (Alt Empordà), y de Dolors Alsina, de la estirpe de políticos porteños Alsina, originarios de Barcelona y radicados al barrio catalán de Montserrat, en Buenos Aires. Los Alsina habían tenido un papel muy relevante en la revolución independentista argentina, y en la creación de las primeras grandes infraestructuras del país.

Llucià Torrent Rubio (Corrientes, 1823 – Paraná, 1896), del partido federalista, firmó en representación de la provincia federal de Santa Fe (en el valle del río Paraná). Torrent era hijo del comerciante Joan Torrent Masuach, nacido en Canet de Mar (Maresme); y persona del entorno de los Alsina. Y, finalmente, Joan Francesc Seguí Lassaga, del partido federalista, firmó en representación de la provincia federal de Entre Ríos (en el valle del río Paraná). Seguí era hijo del exministro Seguí (del gobierno autónomo de Buenos Aires), y nieto de los comerciantes Bartomeu Seguí y Agnès Dreta, nacidos en Maó (Menorca).