Tal día como hoy del año 1706, hace 312 años, en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1715), el conde de Uhlefeld ―virrey de Catalunya nombrado por Carlos de Habsburgo― enviaba a la Generalitat la autorización para la construcción de una "casa de puerto franco" en la zona conocida como "las barracas del puerto" y situada entre el Portal del Mar (delante del Port Vell) y la línea de la costa. Hay que recordar que la muralla de Barcelona separaba el puerto y la trama urbana, y que el Portal de Mar era el acceso que comunicaba el muelle donde se efectuaba la estiba y desestiba de mercancías con el Pla de Palau, que era el distrito mercantil y financiero de la ciudad.

La Casa del Puerto Franco, que era una vieja aspiración de las clases mercantiles barcelonesas, ya había sido autorizada por Felipe V (el primer Borbón hispánico) en las primeras cortes que celebró con las instituciones catalanas (1701-1702). La autorización de la Casa del Puerto Franco era una de las contrapartidas que los representantes políticos catalanes le habían arrancado a cambio del "donativo" al rey que se negociaba cada vez que se celebraban cortes. Pero paradójicamente había sido el virrey de Catalunya nombrado por el primer Borbón, Fernández de Velasco (1703-1705) lo que, pretextando razones de seguridad militar, había impedido la realización del proyecto.

La Casa del Puerto Franco era uno de los principales elementos del proyecto de dinamización del puerto de Barcelona. A través de esta instalación tenían que transitar productos considerados estratégicos que quedaban parcialmente o totalmente libres de aranceles aduaneros. Y tenía que tener un papel prioritario en el proceso de consolidación de los canales comerciales catalanes con Inglaterra y los Países Bajos; y de recuperación de las viejas ―y parcialmente abandonadas― relaciones de intercambio con Nápoles, Sicilia y Cerdeña. La ocupación borbónica (1714) no tan sólo impediría el pleno desarrollo del proyecto, sino que sería víctima de las políticas punitivas del nuevo régimen y quedaría abandonado.