Tal día como hoy del año 1705, hace 315 años, Carlos de Habsburgo (candidato de la alianza internacional austriacista al trono de las Españas) hacía público el nombramiento de las personalidades que formarían su primera cancillería en territorio peninsular y estableció su sede en el Palau del Virrei, en la actual plaza del Rei de Barcelona. De esta forma, Barcelona se convertía en la capital de las Españas austriacistas, condición que conservaría hasta, prácticamente, el final de la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1715).

En el asentamiento del Dietario de la Generalitat de aquella jornada se dice que Carlos de Habsburgo había nombrado a Guillem Gonyalons (obispo de la diócesis de Solsona), Emmanuel Santjust i Pagès, Bonaventura de Lanusa i Oms, Pere de Torrelles i Sentmenat, Josep de Pinós, Francesc de Blanes i Carròs, Josep Terrer i Granollachs y Joan Baptista Reverter. Se da la reveladora circunstancia que todos los miembros de aquella primera cancillería eran naturales de los países de lengua y cultura catalanas.

En aquel momento, Barcelona no era la ciudad más poblada de las Españas (la superaban València y Sevilla, que duplicaban la población de la capital catalana), ni siquiera de los países de la antigua corona catalano-aragonesa (también la superaba ligeramente Nápoles), pero era la más dinámica y la que más proyección tenía: había recuperado los niveles económicos anteriores a las grandes crisis del siglo XV, y sus clases mercantiles (el núcleo del austriacismo hispánico) habían ganado mucho peso a nivel internacional.

La cancillería de Barcelona fue el gobierno central de las Españas austriacistas (los países integrantes de la corona catalanoaragonesa) hasta el 30 de junio de 1713, cuando, a consecuencia de los acuerdos de paz firmados en Utrecht durante los meses de marzo y abril de aquel año, Carlos de Habsburgo ordenó evacuar los ejércitos y la administración austriacistas de Catalunya. A partir de aquella fecha y hasta el 11 de septiembre de 1714, Catalunya se gobernaría como una república presidida por Rafael Casanova.