Tal día como hoy del año 1708, hace 314 años, en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica, las tropas borbónicas franco-castellanas comandadas por Felipe de Orleans y Antoni de Villarroel (que en 1710 cambiaría de bando); iniciaban el asedio de Tortosa; que culminaría veintiséis días más tarde (8 de julio de 1707) con la capitulación de la ciudad. Durante aquellos combates, Tortosa fue defendida por la Coronela (las milicias armadas urbanas formadas por los maestros, oficiales y aprendices de los gremios). En aquella operación, el Consejo Municipal de Tortosa nombró a Ignasi Minguella y Francesc Montagut como comandantes de las milicias urbanas de la ciudad.

Después de la capitulación de Tortosa, el mando borbónico impuso la destrucción del castillo (situado en la zona más elevada de la ciudad) y la del arrabal de obradores de Remolins (situado en el norte de la ciudad); que, por orden expresa de Felipe V, sería sembrado de sal. Esta práctica no era nueva. Los borbónicos, conscientes de que la Revolución austriacista catalana de 1705 había sido liderada por las clases mercantiles urbanas, se entregaron a la destrucción de los barrios industriales de las ciudades conquistadas. Pocos meses antes (octubre, 1707) habían ordenado el desahucio del vecindario y la destrucción de los barrios mercantil y universitario de Sant Andreu y de Sant Martí, de Lleida.

La destrucción del nervio económico de Tortosa comportó la ruina de la ciudad. Tortosa, segunda ciudad del Principado en términos demográficos y económicos, tardaría décadas en recuperar los niveles anteriores al asedio. Pero lo peor sería que, a la finalización del conflicto, el régimen borbónico no permitiría la reedificación de Remolins, que quedaría derribado para recordar a los tortosinos quién había ganado la guerra. Las clases mercantiles de Tortosa se dispersaron (la parte más humilde de aquel colectivo pasarían al sector agrario y serían los pioneros de la colonización del Delta del Ebro); y el liderazgo económico se desplazaría fuera de las Tierras del Ebro, principalmente hacia Reus.

Imagen principal: Representación del asedio de Tortosa (1708). Fuente: Cartoteca de Catalunya