Tal día como hoy del año 1714, hace 304 años, en el contexto de la guerra entre la alianza borbónica de las Dos Coronas (monarquías francesa e hispánica) y el Principat de Catalunya, las tropas franco-castellanas comandadas por el duque de Popoli derrotaban a la guarnición catalana acantonada en el convento de los Capuchinos, en el sector sudeste de la antigua villa de Gràcia, y ganaban una posición avanzada que los situaba a menos de un kilómetro de las murallas de Barcelona. Hasta entonces el alcance de la artillería borbónica sólo alcanzaba los baluartes defensivos de la muralla. Pero con la conquista del convento de los Capuchinos pasaban a ganar la primera posición de alcance sobre la trama urbana de la ciudad, que era el verdadero objetivo del rey Felipe V y del duque de Popoli.

El asedio borbónico sobre Barcelona se había iniciado el 25 de julio de 1713. Cuando se produjo la batalla del convento de los Capuchinos, ya hacía casi un año que el ejército franco-castellano —situado en Sants y en Horta— intentaba aproximarse a la muralla. Pero la incapacidad de Popoli y de sus oficiales hispánicos, que quedaba especialmente en evidencia con los ataques-relámpago nocturnos de los fusileros catalanes sobre la vanguardia borbónica, había impedido la progresión del asedio. En este contexto, Popoli había optado por bombardear los baluartes adelantados controlados por el ejército de Catalunya —como el convento de los Capuchinos— y exterminar sus guarniciones. En aquella batalla, la guarnición catalana, pudo replegarse en el convento de Jesús, situado en el actual paseo de Gràcia.

Los borbonics inician los bombardeos sobre Barcelona. Asalto borbonic a Barcelona (11 09 1714). Grabado de Jacint Rigau (1718). Font Enciclopčdia

Asalto borbónico a Barcelona. Grabado de Jacint Rigau (1718) / Fuente: Enciclopedia

Popoli, presionado por Felipe V que quería liquidar el conflicto reduciendo Barcelona a fuego y ceniza, ordenó el bombardeo sistemático sobre la trama urbana de la ciudad desde la nueva posición ganada. Cuando se producían los bombardeos, la población civil se refugiaba en las playas de Sant Bertran (bajo Montjuïc) y del Arenal (actual Barceloneta). Fue entonces cuando Popoli ordenó al almirante Du Casse, comandante de la flota francesa situada ante Barcelona, que bombardeara a los refugiados. Pero Du Casse se negó rotundamente, y le transmitió a Popoli que sólo lo haría si se lo ordenaba el rey Luis XIV de Francia. Aquel hecho escenificaría las profundas discrepancias, en relación al conflicto con los catalanes, entre las cancillerías borbónicas de Madrid y de París.