Tal día como hoy del año 1891, hace 130 años, moría en Barceloneta (entonces posesión española de Puerto Rico) Bonós Llensa i Feliu, comerciante y naviero y fundador y primer alcalde de la ciudad de Barceloneta, situada en la costa central norte de la isla de Puerto Rico. Llensa era nacido en Blanes (la Selva), el año 1821, y era hijo de la pareja formada por Bonós Llensa i Collell y Caterina Feliu i Vilaseca. El año 1840, con diecinueve años de edad, llegó a Puerto Rico y fundó una compañía de transporte de pasajeros y de mercancías que, inicialmente, operaría desde el puerto de Manatí (a 2 kilómetros al este de la futura Barceloneta).

Durante la década de 1860 desplazó su actividad hacia el puerto natural formado por la desembocadura del río Grande, que, progresivamente, se pobló de agricultores y comerciantes catalanes dedicados a la producción y exportación de azúcar. En el transcurso de las dos décadas siguientes, aquel asentamiento adquiriría la dimensión de una pequeña ciudad, y el 1 de julio de 1881 se constituía como municipio. Según las fuentes documentales, sus residentes la querían llamar Barcelona, pero el capitán general español Eulogio Despujol (la máxima autoridad colonial en la isla) se negó y, después de un tira y afloja, acabaría autorizando el nombre actual.

Llensa fue el primer alcalde de Barceloneta y una de las principales fortunas patrimoniales de la ciudad. Durante la etapa de plenitud de su negocio, tuvo cuatro bergantines (denominados Pinta, Niña, Santa María y Joaquina) que, desde Barceloneta de Puerto Rico, hacían viajes regulares de personas y mercancías a Nueva York y a Barcelona. En la actualidad, Barceloneta de Puerto Rico es un municipio de 25.000 habitantes, acoge el mayor complejo farmacéutico del mundo (con más de catorce industrias farmacéuticas) y, haciendo honor a su origen, su escudo municipal está formado por la cruz de Sant Jordi y las cuatro barras catalanas.