Tal día como hoy del año 1936, hace 85 años, en Barcelona, un pelotón terrorista asesinaba a los hermanos Miquel y Josep Badia Capell. A las tres y media de la tarde, cuatro individuos armados se apostaron en las proximidades del domicilio de los hermanos Badia Capell ―en la calle Muntaner, 38―, los abordaron por la espalda y les dispararon varios tiros en la nuca. Cuando las víctimas se consiguieron girar, los remataron con varios disparos en el pecho y en la cabeza. Miquel Badia había sido un destacado miembro de la formación independentista Estat Català y había sido jefe de servicios de la Comisaría General de Orden Público de la Generalitat durante los Hechos del Seis de Octubre (1934).

Desde un primer momento, la prensa apuntó a los pistoleros anarquistas de la FAI (Federación Anarquista Ibérica) como autores de aquel asesinato. Sin embargo, posteriormente, se destapó que el anarquista Justo Bueno Pérez (uno de los principales sospechosos de la autoría de aquel asesinato) mantenía una sórdida conexión con los falangistas. Según la investigación periodística de la época, Bueno Pérez estaría estrechamente relacionado con un individuo llamado Juan Segura Nieto, expolicía y vinculado ideológicamente con la Falange Española. El periodista de investigación Josep Maria Planes, que apuntó esta trama, moriría asesinado cuatro meses después (24/08/1936).

No obstante, la historiografía nacionalista española siempre ha insistido en que Miquel Badia fue asesinado por los anarquistas, porque en el frente de Orden Público había combatido con firmeza el terrorismo anarquista. Durante aquella etapa, Miquel Badia, por su compromiso, su valentía y la contundencia que utilizaba en las acciones policiales que dirigía se ganó el sobrenombre de "Capità Collons". Aquel atentado se produjo en un contexto de violencia alimentada por la derecha sociológica y la extrema derecha ideológica, que culminaría con el golpe de estado del 18 de julio de 1936 y el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939).