Tal día como hoy del año 2003, hace 19 años, el Parlament de Catalunya votaba la investidura de Pasqual Maragall i Mira; que, de esta manera, se convertía en el 127.º president de la Generalitat. La composición de aquel Parlament era fruto de las elecciones del 16 de noviembre anterior, que habían dado el triunfo a la federación Convergència i Unió, liderada por primera vez por Artur Mas, con 46 diputados. A continuación venía el Partit dels Socialistes de Catalunya, de Pasqual Maragall, que había obtenido 42 diputados; Esquerra Republicana de Catalunya, de Josep-Lluís Carod-Rovira, con 23 diputados; el Partido Popular, de Josep Piqué, con 15 diputados; y, finalmente, Iniciativa per Catalunya, de Joan Saura, con 9 diputados.

No obstante, Pasqual Maragall consiguió la mayoría de la cámara con la suma de los 42 votos socialistas, de los 23 de ERC y de los 9 de Iniciativa, que totalizaban 74 de los 135 diputados. De esta manera, inauguraban un acuerdo político que sería denominado Pacto del Tinell y un acuerdo de gobierno que sería nombrado el Tripartido. La proclamación de Pasqual Maragall como nuevo president ponía fin a veintitrés años de gobiernos ininterrumpidos de la federación Convergència i Unió (1980-2003), siempre presididos por Jordi Pujol. La federación CiU había ganado todos los comicios al Parlament desde la restauración de la democracia, en ocasiones con mayoría absoluta, y en otras con acuerdos puntuales con otros partidos de la cámara.

Durante aquella legislatura se redactó y aprobó la reforma del Estatuto de Autonomía. El Parlament de Catalunya la aprobó el 30 de noviembre de 2005; el Congreso de los Diputados, el 30 de marzo de 2006, y el pueblo de Catalunya la refrendó el 18 de junio de 2006. No obstante, el texto que aprobó el Parlamento español distaba mucho del redactado inicial. Desde que la reforma estatutaria había sido aprobada a trámite, los representantes políticos españoles la laminaron considerablemente. Esta acción sería llamada, popularmente, "pasar el cepillo". Por este motivo, solo el 36% de los catalanes con derecho al voto le dieron apoyo. Posteriormente, todavía fue más recortado con la sentencia del Tribunal Constitucional español del 2010.