Tal día como hoy del año 1698, hace 325 años, el ejército francés de Luís José de Borbón, duque de Vendôme, que había ocupado Catalunya durante la campaña 1695-1697, abandonaba Barcelona. El Dietario de la Generalitat consigna que, después de un asedio de sesenta y seis días y de una ocupación de cuatro meses y tres semanas, "en aquest dia entraren les armes del rei nostre senyor (Carles II), que Deu guarde, en la ciutat de Barcelona; y lo mateix dia isqueren de aquella les armes franceses". Esa ocupación había sido una de las múltiples operaciones militares de la Guerra de los Nueve Años (1688-1697), que enfrentó Francia con todas las potencias europeas de la época.

La ocupación francesa de Barcelona estuvo precedida de una serie de hechos dramáticos y vergonzosos a partes iguales. Durante semanas, los cañones franceses masacraron la ciudad, especialmente el barrio de Sant Pere, que entre el 13 y el 15 de junio de 1697 sufrió un bombardeo a un ritmo de 120 balas por hora. Según el recuento de Feliu de la Penya, cronista oficial de la ciudad durante los hechos, murieron cuatro mil barceloneses y barcelonesas, que representaban el 10% de la población de la ciudad. Por otro lado, el virrey hispánico Fernández de Velasco huyó precipitadamente el mismo día que los franceses iniciaban el asedio y bombardeo.

Poco después (20 de septiembre) los contendientes firmaban la Paz de Rijswijk (Países Bajos). En esa conferencia, Luis XIV aceptó la devolución de los territorios ocupados de Catalunya, de los Países Bajos hispánicos —que volvían a la soberanía de Carlos II— y del ducado de Lorena —que era reintegrado a los Habsburgo vieneses. Pero, a cambio, vio confirmada la posesión de la mitad occidental de la isla de Santo Domingo, que ya controlaba desde unos años antes y que corresponde al actual estado de Haití. Por su parte, Fernández de Velasco, el virrey fugitivo, no recuperaría su cargo —reveladoramente— hasta después de la coronación del primer Borbón hispánico (1703).