Tal día como hoy del año 1936, hace 82 años, en el contexto de la Guerra Civil española (1936-1939), el president de la Generalitat, Lluís Companys, firmaba y publicaba el decreto de intervención del sector bancario privado catalán. Aquel decreto se había impulsado a propuesta del conseller de Finances, Martí Esteve i Guau (Torà, 1895 – México, 1977), y para el control de su aplicación fue nombrado Pere Mas y Peral (Vilafranca, 1901 – Buenos Aires, 1977) como comisario general de la Banca. Aquel decreto se formalizó en un contexto de gran conflictividad social y laboral, y su propósito era garantizar el pago de los salarios de los trabajadores con normalidad y con regularidad.

El mismo día, el conseller de Finances se dirigió al país en una alocución radiada y proclamó: "La Generalitat se está preocupando estos últimos días de la normalización de la vida del trabajo y de la economía del hogar obrero; la banca queda intervenida y se dan las disposiciones necesarias para que los jornales obreros puedan estar satisfechos normalmente; interesa a todos y, especialmente, a los trabajadores para que no puedan verse privados de sus medios de subsistencia; los bancos [al día siguiente, día de pago de la semanada] no harán otras operaciones que las estrictamente necesarias para tal finalidad, para evitar toda posibilidad de evasión de capitales".

Aquel mismo decreto instaba a los trabajadores a dirigirse al mismo sitio (fábrica, almacén, tienda o despacho) donde habían cobrado anteriormente los jornales y solicitaba a los delegados de la Federación de Trabajadores de Banca y Bolsa que colaboraran activamente con los inspectores de la conselleria para verificar la retirada de cantidades. Por otra parte, se instaba a las entidades pagadoras a presentar un certificado que tenía que justificar el importe de la retirada. Aquella medida se implantaría, inicialmente, en Barcelona (a partir del sábado 25 de julio) y, posteriormente, en el resto de Catalunya (a partir del lunes 27 de julio), y afectaba tanto a los bancos privados como a las cajas de ahorro.

Imagen: La oficina principal del Banc de Reus (1928) / Institut Municipal de la Imatge de Reus